Cruz Roja de Boiro acaba de hacer público su informe de actividades de 2015. Una lista muy amplia de trabajos llevados a cabo por la entidad en diversos ámbitos entre los cuales destaca la ayuda que prestaron a personas que se encuentran cerca del umbral de la pobreza y en riesgo de exclusión social.
En este sentido, las cifras hablan por sí mismas. Cruz Roja ayudó a 34 niños y niñas a través de sus meriendas, a 59 con su vuelta al cole solidaria, suministró productos de higiene infantil y alimentos a 26 familias y benefició a 37 personas con sus talleres de economía doméstica.
La organización también se implicó un año más con la juventud, a través de programas que movilizaron a más de 1.000 participantes en total. El más populoso con diferencia fue el relacionado con la promoción y la educación para la salud, al que acudieron 881 adolescentes. Por su parte, el taller sobre perspectiva de género y coeducación reunió a 67 niños y niñas; el de intervención e inclusión social contó con 22 beneficiarios y las ludotecas con 49 pequeños.
El plan de medio ambiente fue el segundo más concurrido, con 309 usuarios que se formaron en educación y sensibilización ambiental y talleres de reciclaje, así como en protección y mejora del entorno.
La intervención social con mayores, personas con diversidad funcional, adolescentes y mujeres en dificultades benefició a 252 personas.
Los parados también recibieron formación para encontrar empleo. En total 40 personas aprendieron técnicas para mejorar en su empresa, a través del Espazo de Búsca Activa de Emprego (EBAE).
Por último, 80 boirenses mejoraron su salud con talleres de risoterapia y aprendieron a prevenir accidentes en el hogar.
Un trabajo ingente que se llevó a cabo gracias a los 77 voluntarios y voluntarias fijos y a los 109 que colaboraron esporádicamente.