Se cumple un año de la desaparición de Diana Quer sin pistas sobre su paradero

Tal día como hoy hace justo un año Diana López-Pinel llamaba a la Guardia Civil para denunciar que su hija, Diana Quer, no había regresado a su casa de veraneo en A Pobra do Caramiñal. La joven había ido a las fiestas del Carmen dos Pincheiros y de madrugada desapareció. Desde entonces, tanto agentes de la UCO como de la Policía Judicial de la Guardia Civil emprendieron una investigación que por el momento no ha dado resultados concluyentes.
Las pesquisas no han conducido por ahora al esclarecimiento de esta desaparición doce meses después de haberse producido. “No hay novedades significativas” en la investigación, señalaba ayer el abogado de Diana López-Pinel, Pedro Víctor de Bernardo, quien afirma que “se sigue investigando”. De hecho, y aunque las pesquisas se llevan bajo una gran discreción, el último paso visible de las fuerzas de seguridad ha sido la reconstrucción del caso este mismo fin de semana en A Pobra, aprovechando que por primera vez en este tiempo se volvió a recrear el escenario en el que ocurrió todo durante las fiestas.
Después de estos doce meses, y según ha trascendido, la única prueba material que manejan los responsables de la investigación es el móvil de Diana Quer, un iPhone 6 blanco que fue localizado a finales del mes de octubre de 2016 por un mariscador bajo la Autovía de O Barabanza en Cespón, Boiro. El terminal se encontraba en muy mal estado, afectado por la arena y el agua donde permaneció enterrado varios meses. Además, los agentes descubrieron que alguien había intentado desbloquearlo hasta en siete ocasiones, algo que reforzó la hipótesis de que la joven madrileña había desaparecido en contra de su voluntad. A principios de este verano los investigadores consiguieron desbloquearlo con ayuda de una empresa especializada con sede en Alemania y “todavía no se ha terminado el análisis y el cruce de datos porque es una labor complicada”, explica el representante legal de Diana López-Pinel.
Los investigadores esperaban encontrar en él imágenes, números de teléfonos, mensajes o metadatos que permitiesen avanzar en las pesquisas o descartar hipótesis sobre lo que le ocurrió a Diana Quer en la madrugada del 22 de agosto del año pasado. De momento los resultados de esta exploración tampoco han dado los frutos que el entorno de la joven desaparecida esperaba, entre ellos que se reabriese judicialmente el caso, que fue archivado de forma provisional por el juzgado número 1 de Ribeira en el mes de abril.
Los últimos pasos
Los investigadores basaron sus pesquisas sobre los últimos pasos de Diana Quer antes de desaparecer en el rastro de la señal de su teléfono móvil, conectado a las antenas repetidoras que hay situadas entre A Pobra y Rianxo. Pero una de las líneas de la investigación que cobró fuerza desde comienzos de este año es que la joven pudo seguir una ruta distinta a la de su terminal, por eso los agentes barajan la posibilidad de que el móvil fue arrojado desde el puente de la AG-11 para despistar.
Investigación que no cesa
A pesar del archivo provisional del caso, la Guardia Civil y su Policía Judicial no han parado de trabajar, hasta el punto de que el padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer, da cuenta de que “se siguen desarrollando investigaciones policiales” y que los miembros del equipo encargado del asunto “están en el compromiso y voluntad” de dar con el paradero de la muchacha madrileña desaparecida hace un año.
Juan Carlos Quer agradece también “la colaboración ciudadana” y el empeño de toda “la gente de bien que con su trabajo y apoyo intentaron colaborar para que la situación de Diana se esclarezca”. El padre de la joven recuerda en estos momentos a las miles de familias que en España buscan a allegados desaparecidos, “estas personas tienen derechos y la sociedad la obligación de dar una respuesta”.