Denunciada por desobediencia una ribeirense de 59 años que protagonizó un altercado de noche en Abesadas

La jornada del jueves había transcurrido bastante tranquila en el casco urbano de Ribeira en relación al cumplimiento de la medida de confinamiento por el estado de alarma. La Policía Local realizó hasta 9 requerimientos a ciudadanos por estar en la calle pero fueron consideradas infracciones. Pero, a las diez de la noche, los residentes en Abesadas, concretamente en la Rúa Carlos Casares, presenciaron desde balcones y ventanas de sus casas un lamentable espectáculo protagonizado por una ribeirense de 59 años, que vociferaba cosas sin demasiado sentido en la vía pública, donde se encontraba sin una razón lógica que lo justificase. Acabó denunciada por desobediencia del confinamiento y por el alboroto.

Los agentes municipales se dirigían a la zona próxima al parque infantil de dicha barrio debido a un primer aviso por las molestias que, según el alertante, les estaba causando la música con la que un vecino traba de amenizar la actual situación causada por el coronavirus. De camino hacia allí, otro vecino alertó a los agentes municipales sobre la actitud de la referida mujer, que estaba montando un altercado. Uno de los policía se apeó del coche patrulla y se dirigió a ella para explicarle que no podía estar en la calle. Pese a que no llevaba mascarilla ni ninguna otra medida de protección, esa persona se acercaba demasiado a ese agente, teniendo que apartarla para evitar un posible contagio. 

Mientras eso sucedía, la mujer de 59 años que posteriormente fue denunciada decía que tenía “inmunidad diplomática”, “es mi cumpleaños y tengo derecho a exigirlo” y que tenía hambre y que quería comprar un refresco en el supermercado, lo que provocó que alguien le arrojase una barra de pan. Al marcharse de allí, otras personas alertaron de que iba dando patadas a los coches aparcados. Se trata de una persona que ya fue denunciada también por la Policía Nacional y que arranca las cintas de precintos policiales y que se las pone encima y presume de ser “agente especial”. Desde los Servicios Sociales ya tienen abierto un expediente por este caso, por si se precisa adoptar alguna medida con ella, como pudiera ser su internamiento en un centro, algo que yendría que ser respaldado por una decisión judicial. l