Denuncian que el Concello de Boiro carece de un depósito de vehículos retirados con la grúa

Después de que hicieron pública la facturación presuntamente irregular en las arcas municipales de Boiro, como consecuencia de los controvertidos servicios de grúa prestado por un taller mecánico que está contiguo al vertedero ilegal de residuos de la construcción, que no figura que no figura en los registros de la Xunta ni en los de la marca de vehículos, vecinos de Cimadevila consideran que el mandatario local debería darle una salida legal a los servicios mensuales de grúa, sacándolo a concurso con un contrato de servicio de grúa municipal.

Los denunciantes agregan que el pliego de contratación debería incluir, como mínimo, que la grúa y el conductor reúnan todas las garantías legales para tal fin. “Toda esta supervisión contractual sería por funcionario habilitado nacional en este caso, el secretario del Ayuntamiento”, precisaron. De igual modo dicen que el quid de la cuestión relativa a ese pliego es “a dónde lleva la grúa los vehículos retirados por infringir las normas de tráfico”. Los residentes de Cimadevila señalan que el Concello boirense no cuenta con un depósito municipal de vehículos que garantice la custodia vigilada, ni que cumpla las medidas medioambientales de la estancia de los autos, pues de un tiempo a esta parte los viene dejando, al menos, en el interior del recinto del parque comarcal de Bomberos, así como en el entorno de la base de Protección Civil y junto el cuartel principal de la Guardia Civil. Estos vecinos irónicamente indican que “ya se sabe que cuándo se pone a un ‘ingeniero’ de vestuario laboral como alcalde, pasan estas cosas. No tiene reputación que perder”.

Los denunciantes indican que están finalizando los ocho años de Dieste como alcalde de Boiro y pese a que en a finales de 2013 se comprometió públicamente a darle solución a la situación del servicio municipal de grúa, todavía no ha elaborado ni tan siquiera una ordenanza sobre la actuación con vehículos que se hallen en las calles en situación irregular. “En definitiva, los problemas reales de Boiro serán reflejados otra vez en el programa de Dieste, pero sólo como promesas”, manifestaron.

Esos residentes aseguran que descubrieron lo que, a su juicio, es “un cúmulo de pruebas de convivencia del alcalde boirense, Juan José Dieste, con los dueños de la escombrera, y sus negocios”. Y consideran que “esto es de juzgado de guardia, pues tienen tantos negocios con Dieste y viceversa, que no es de extrañar que no salgan de la casa consistorial”.