Denuncian el repunte de robos en el puerto de Ribeira por la falta de vigilancia

Trabajadores del puerto y la lonja de Ribeira han denunciado los constantes robos de los que son víctimas y que se han recrudecido, además, en las últimas semanas, llegando a haber entre 20 y 30 robos en el último mes.

Aseguran que la falta de vigilancia en la zona es la culpable de que, día sí, y día también, personas ajenas al sector se adentren sin problema en el puerto, las oficinas, la lonja o incluso en los camiones, para llevarse lo que consideren, sin que nadie haga nada para evitarlo. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana, varias personas intentaron robar en la lonja pero fueron detectados y echados de allí. Sin embargo, el mismo fin de semana entraron en todos los camiones aparcados alrededor de la lonja, llevándose de ellos radios e incluso gasoil. El pasado lunes, unos jóvenes robaron bolsas de marisco de otro de los camiones. “Todos os días hai algo. Hai que dar a voz de alarma porque é un escándalo”, señala uno de los trabajadores de la zona, que explica que “a semana pasada levaron dúas caixas de polbo, que serían 300 ou 400 euros, unhas caixas de langosta, onte ameixa fina que vai o quilo a 40 ou 50 euros e serían miles de euros”. En lo que va de año, este trabajador denuncia que le han robado en cuatro ocasiones ya.

Sin vigilancia
Aseguran los afectados que la lonja de Ribeira no tiene vigilancia actualmente y la respuesta policial actual no basta. “Dentro do recinto portuario, a policía portuaria non se fai responsable de nada, chamas por un roubo e dinche que ten que ser a Policía, e a Policía di que Portos. Uns por outros, a casa sen varrer”, opinan.

Además, denuncian que el ente público solo les responde en horario de oficina, por lo que desde las 14 horas no hay a quien llamar en caso de necesitarlo: “A min aparcáronme detrás uns particulares e non podía abrir o camión” ni tenía nadie que le cogiese el teléfono para poder resolver la situación. En cuanto a la seguridad dentro de la lonja, ocurre algo similar. Afirman que después de varios cambios, actualmente no hay vigilancia.

Los afectados no descartan emprender medidas más agresivas, como manifestaciones, ya que “estamos cansos de facer reclamacións”, la última, presentada a la nueva presidenta de Portos y que todavía no habría tenido contestación.

Los trabajadores se encuentran desencantados con las promesas que habían comprometido instalar una zona acordonada e incluso cámaras de seguridad, sin que esto llegase a materializarse nunca. “Falan bonito para que a xente quede contenta pero pasan os anos e as cousas siguen igual”, lamentan, calificando la situación del puerto de “desgoberno”.