Detenida una mujer en relación con el apuñalamiento registrado el domingo en el centro de Ribeira

Durante la toma de declaraciones a testigos de la pelea registrada a las cuatro de la madrugada del pasado domingo en el portal de un edificio de la céntrica Rúa Romero Ortiz -en su bajo se ubica el antiguo café bar A Gestoría-, y que acabó con un apuñalamiento de uno de los implicados, ya se empezó a apuntar que parecía que no se iba a tardar demasiado en la detenciones de sospechosos, y así ha sido. De hecho, la Policía Nacional procedió a última hora de este martes al arresto de una mujer a la que los investigadores relacionan con ese suceso. De hecho, señalan que podría ser una de las dos personas que acompañaba al agresor y que permanecieron en la calle mientras esa tercera persona se enzarzó con la víctima que, además de ser apuñalado, presentaba cortes defensivos en las manos y la cara muy hinchada tras recibir golpes.

Por el momento, la comisaría ribeirense del Cuerpo Nacional de Policía sigue manteniendo un absoluto secretismo respecto a esta investigación, que sigue abierta para tratar de identificar y localizar tanto al agresor como al otro hombre que lo acompañaba y que aguardaba fuera del edificio junto a la joven ahora arrestada. Según fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, la mujer detenida se acogió ayer a su derecho a no declarar en sede policial y está previsto que a lo largo de esta mañana pase a disposición del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Ribeira, que se encuentra en funciones de guardia, para que, una vez concluya dicha comparecencia, pueda tomar una decisión sobre si dejarla en libertad o dictar un auto sobre su ingreso en prisión preventiva. 

Del referido suceso se tuvo conocimiento cuando un particular alertó de una pelea entre toxicómanos en un inmueble de la Rúa Romero Ortiz. Hasta el lugar acudieron patrullas de las Policías Local y Nacional, que se encontraron con la víctima y el portal del edificio estaba salpicado y manchado de sangre. En un primer momento, el agredido les indicó a los agentes que le atacaron dos personas que iban encapuchadas, por lo que no podía reconocerlas. Sin embargo, algunos testigos indicaron que, además de la víctima, en el lugar estaban otras tres personas, una mujer y dos hombres, que eran fácilmente identificables, pero que ellos no pudieron reconocerlos. Personas cercanas a la víctima de la paliza y del apuñalamiento indicaron que desconocían quienes eran los autores de los hechos, pero lo relacionaron con una posible venganza o ajuste de cuentas.