Encuentran sano y salvo al anciano desaparecido en el grave incendio de Boiro

El anciano desaparecido ayer en Boiro durante el grave incendio que asoló a una parte del municipio ha aparecido hoy sano y salvo. Los efectivos de emergencias se emplearon al máximo para encontrar al vecino boirense e incluso se utilizaron perros.

Barbanza se volvió a vestir ayer de luto debido a la barbarie de los incendios forestales. A las cuatro y cuarto de la tarde de ayer se iniciaron varios focos en Boiro y Lousame. A última hora de ayer ya habían ardido más de 300 hectáreas y las llamas avanzaban sin control y de manera devastadora, llegando a tener que desalojarse varios núcleos de viviendas. La densa y negra humareda que generaron los diversos focos registrados a ambas márgenes de la carretera entre la capital boirense y Noia, que fue cortada al tráfico, dificultaron las labores de extinción por parte de los medios aéreos.

Cuatro incendios registrados de forma simultánea a primera hora de la tarde de ayer en las parroquias de Tállara (Lousame) y Moimenta (Boiro) pusieron en jaque a numerosos vecinos y a los cuantiosos medios de extinción movilizados. Durante las seis primeras horas, el fuego ya había superado las 300 hectáreas arrasadas por el fuego, que avanzaba sin control y arrasando todo lo que encontraba a su paso. Algunas casas como una situada en Moimenta, a un margen de la carretera Boiro-Noia -que fue cortada al tráfico desde Comoxo al cruce de O Confurco-, y a escasos metros de donde se instaló el puesto de mando avanzado para seguir las evoluciones del devastador incendio, se vieron acechadas por las llamas, pero la acción de los bomberos evitó ardiera.
Los habitantes de los núcleos de población de Belles de Arriba (Macenda) y de A Galea (Bealo) tuvieron que ser desalojado debido a la densa humareda que podría provocar intoxicaciones si permanecían allí. A última hora de ayer, esos vecinos aún no pudieran regresar a sus casas y desconocían donde iban a pernoctar. Según fuentes de la Guardia Civil, las casas no corrían peligro, debido a hay varias pistas asfaltadas y camino que hacen de cortafuegos, pero de todas maneras había varias brigadas trabajando para protegerlas. De A Galea es una mujer que sufrió un ataque de ansiedad debido al nerviosismo que le provocó la situación. Además, según pudo saber este periódico, un hombre de 85 años estaba desaparecido en la zona del incendio y al cierre de esta edición su paradero seguía siendo todo un enigma.
Según precisaron desde la Consellería do Medio Rural, el incendio de Boiro seguía activo y sin control y declaró el Nivel 1 como medida preventiva por su proximidad al núcleo de Moimenta, a los que se sumaron los ya antes citados y que fueron desalojados. En los trabajos de extinción participaron hasta el momento un técnico, 8 agentes forestales, 18 brigadas, 10 motobombas, 3 palas, 8 helicópteros y 6 hidroaviones, además de varios efectivos y medios de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Los medios aéreos tuvieron grandes dificultades para intervenir en el control y la extinción de las llamas debido a que el denso y negro humo se convirtió en un duro enemigo. Poco después de las 21.00 horas, la visibilidad empeoró al caer la noche, por lo que se retiraron del lugar.
Está previsto que helicópteros e hidroaviones regresen mañana a primera hora, especialmente a Boiro, donde la virulencia del fuego hace presagiar que seguirá activo durante toda la madrugada, según ya avanzó la conselleira Rosa Quintana, que se puso al frente del operativo, junto con los alcaldes de Boiro, Juan José Dieste, y la de Lousame, Teresa Villaverde. Con respecto al de esta última localidad, la representante del Ejecutivo autonómico indicó que aunque sigue activo, no es tan preocupante. El presidente de la comunidad de montes, que dijo ver como se originó el fuego y que el que lo provocó sabía bien donde lo ponía, teniendo en cuenta la fuerza y la dirección con la que soplaba el viento hacia las casas.
Quintana indicó que, después de frenar los flancos del fuego para proteger los núcleos de viviendas, están intentando cortar con cortafuegos y contrafuegos la cabeza, que es lo que más les preocupa, antes de que llegue al polígono industrial de Espiñeira, donde se situaron estratégicamente los Bomberos de Riveira y Boiro para protegerlo en caso de que no se logre con otros medios. La conselleira esperaba que la noche fuese muy larga.