El Ejecutivo impulsará que haya mercadillo los sábados festivos

Cada vez que el sábado coincidía con una festividad en Riveira que suponía el cierre de la cualquier actividad comercial, incluyendo los puestos del mercadillo. Los vendedores ambulantes que acuden cada semana preguntaban una y otra vez al Concello si se iba a desarrollar la actividad. Hasta ahora la respuesta fue siempre negativa, pero las cosas pueden empezar a cambiar, pues las reiteradas demandas de los feriantes han calado hondo en el concejal de Mercados, Vicente Mariño. Tal es así que el próximo sábado, coincidiendo con el Día de la Inmaculada Concepción, habrá mercadillo. Cada vendedor recibió ayer una nota informativa en la que se les confirmaba el anuncio, y les comunicaron que el 20 de diciembre concluye el plazo para pagar la tasa del cuarto trimestre. Otra novedad que se encontraron ayer fue la instalación de una carpa de venta de pulpo en la entrada próxima a la estación de autobuses.

La decisión para que el día 8 de diciembre pueda haber mercadillo se adoptó a finales de esta semana y se podría volver a repetir cuando vuelva a coincidir un sábado festivo, pero en su momento el ejecutivo analizará cada caso concreto. Lo que si parece claro es que en épocas como las fiestas de verano o similares en los que esté ocupada la explanada portuaria no se podrá llevar a cabo. El hecho de que se adoptase el acuerdo de que el próximo sábado se puedan instalar los puestos ambulantes es una medida que pretende servir para potenciar el maltrecho comercio local y pueda aprovecharse de la gran afluencia de gente que acude al centro de la ciudad cada vez que se instala el mercadillo.

Del mismo modo, el edil indicó ya avanzó hace varias semanas durante la celebración de un pleno que se iban a tomar medidas para mejorar el desarrollo del mercadillo, sobre todo en lo que al aparcamiento se refiere en el margen del Malecón más próximo a la explanada portuaria. En este sentido, puntualizó que una vez se apruebe definitivamente la ordenanza reguladora de la venta ambulante, se mirará la posibilidad de llevar a cabo medidas como la ampliación de la zona azul en la parte más próxima a la plaza de abastos, para que los clientes tengan donde dejar sus coches mientras realizan las compras. De llevarse a cabo, se limitaría el tiempo de permanencia de los vehículos en esos lugares. Además, obligaría a buscarles otro espacios a las furgonetas de los vendedores ambulantes, que actualmente copan buena parte de esos espacios, y a los que habrá que buscarles un lugar para su traslado.

Hay otra cuestión que suscita gran malestar entre los residentes y quienes acuden a hacer sus compras es que las furgonetas también ocupan durante horas las plazas de zona azul de la otra margen del Malecón, pese a que el estacionamiento en ellas está limitado a una hora y media.