Escolares apoyan a Ámbar para reclamar los derechos humanos

Escolares apoyan a Ámbar para reclamar los derechos humanos
Los niños participantes en uno de los talleres de Ámbar repartieron abrazos entre los viandantes CHECHU RÍO

Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, los miembros de la asociación Ámbar salieron ayer a la calle para reclamar su defensa, con la colaboración de 175 alumnos de los colegios O Grupo, Bayón y Galaxia, y formar una marea humana, o mejor aún, una cadena humana en la Praza do Concello de Riveira. En ese lugar se concentraron para iniciar el desarrollo de la actividad “Palabras en acción”, que principalmente consistió en el desarrollo de cuatro talleres diferentes. En uno de ellos, los participantes pudieron hinchar globos en los que expresaron sus deseos para el futuro, en los que se repitieron mucho los términos “paz” y “libertad”.

Más de 200 personas formaron ayer una cadena humana en
la Praza do Concello

En otro de los obradoiros, los muchachos se dedicaron a recorrer las zonas peatonales próximas a la Rúa de Galicia para repartir “abrazos de balde” entre los transeúntes, ante la sorpresa de estos últimos, que incluso creyeron que podría tratarse de una cámara oculta. El monitor que dirigía este taller se encargó de desmentirlo a través de su megáfono. En otra de las acciones, los niños se dedicaron a recortar cartulinas con las forma de prendas de vestir sobre las que escribieron sus propuestas para un mundo mejor y que luego tendieron en una cuerda para hacerlos visibles. El último taller, que se desarrolló en las inmediaciones del Museo Municipal tuvo un carácter mucho más reflexivo sobre deseos de los chiquillos.

Como broche de oro, todos los participantes se dirigieron de nuevo a la Praza do Concello para construir una cadena humana para demandar que todos los ciudadanos tienen derechos, con la lectura de un manifiesto a cargo de unos niños y acompañada de música. Una canción, “Mensajes del Agua” de Macaco, que ya es el himno de Ámbar, fue la que puso el punto final a la actividad, incluyendo la coreografía que dirigieron tres monitores y que nadie se resistió a bailar.

Escolares apoyan a Ámbar para reclamar los derechos humanos

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