Estaba previsto detener a Abuín en enero de 2018, pero el suceso de Navidad en Boiro precipitó la intervención

Estaba previsto detener a Abuín en enero de 2018, pero el suceso de Navidad en Boiro precipitó la intervención
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La Guardia Civil tenía previsto proceder a la detención de José Enrique Abuín a mediados de enero de 2018 pues, según relató el capitán José Miguel Hidalgo, no tenían ninguna duda de su supuesta autoría en la desaparición de Diana Quer. El motivo de esa espera, tal y como le indicó al juez de la sección compostelana de la Audiencia Provincial, Ángel Pantín, “no estaba concluso el informe del Grupo de Apoio Tecnológico Operativo (GATO)”, pero que con los indicios que tenían la intención de la Benemérita era la mencionada. De todas maneras, aclaró que, aunque en aquellas fechas estaban rastreando el entorno de la nave, aún no tenían plena constancia de que Diana estuviera allí. Además, no podían acceder a su interior ya que desde abril de 2017 estaba archivada la causa judicialmente al  no haber indicios para dirigir el caso hacia a una persona determinada.

En este sentido, Hidalgo puntualizó que el intento de rapto de una joven en Boiro en la noche de Navidad fue lo que hizo precipitar el arresto de “O Chiclé”, por entender que había riesgo para terceras personas. Agregó que el hecho de que los condujese al lugar en el que depositó el cuerpo, al sentirse señalado y con su mujer en libertad, resultó clave para localizar el cadáver. Pero, aclaró que previamente les indicó dos lugares, uno en la parte posterior del polígono industrial de A Tomada, en A Pobra, y otro en el puerto de Taragoña (Rianxo), que pudieron comprobar que no eran ciertas.

Hidalgo manifestó que, por las indagaciones previas, Abuín era una “persona muy avispada”, refiriéndose a que resulta “bastante complicado” detectar a un equipo especializado que realiza un eguimiento y él se percató, precisando que en aquel momento era sólo una persona más sobre las que se podía tener sospechas. Recordó que, entonces, contactó con agentes del EDOA de la Guardia Civil de A Coruña, a los que ya conocía de un registro previo en casa de sus padres, en el hallaron unos 20 kilos de cocaína en una habitación de uso  privativo del ahora acusado. Cuando Abuín preguntó por un coche que lo seguía, “no había nada concreto contra él”, desveló el capitán de la UCO, precisando que “policialmente estaba ahí” por su patrón de conducta. Añadió que al sacarle el caso de Diana Quer en la conversación lo esquivaba e indicaba que aquella noche  estuvo en A Pobra con su amigo Manuel Somoza para robar gasóleo, y que no sabía nada de eso otro. Y sobre el teléfono de la madrileña que fue arrojado en el viaducto de la AG-11 entre Cespón y Taragoña, opinó que habría “que se muy tonto para ser de la zona y tirar el móvil a la ría”. 

Este capitán de la UCO no negó que se hubiera producido un descarte inicial de “O Chiclé”, y la investigación hacia él se ralentizó debido a que las cámaras de seguridad de la Autovía do Barbanza, por la que se suponía que transportó desde A Pobra a Asados en su Alfa Romeo 166 a Diana Quer, grabaron con 14 minutos de retraso sobre la franja horaria real. Así, una vez que descubrieron ese desfase y lo corrigieron, ya pudieron retomar las pesquisas sobre ese objetivo, pues la geolocalización Abuín Gey coincidía con las horas de la desaparición de Diana Quer y con las cámaras de la gasolinera que captó las luces de los faros de su coche.

Estaba previsto detener a Abuín en enero de 2018, pero el suceso de Navidad en Boiro precipitó la intervención

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