Fallece de parada cardíaca una mujer cuando pescaba en un acantilado situado a unos 500 metros del faro de Corrubedo

Las inmediaciones del faro de Corrubedo volvieron a teñirse ayer de luto con la muerte de una mujer que se encontraba pescando en compañía de su pareja y de un amigo en un acantilado conocido como el Outeiro dos Corvos, situado a medio kilómetro de la referida atalaya, y en donde hace bastantes años se registraron muertes de percebeiros y otros pescadores, según recordó el edil de dicha parroquia, Suso Freire. Pasaban escasos minutos de las doce del mediodía cuando Aurora Ces Cespón, de 55 años y vecina de Fruime (Lousame) se empezó a sentir mal, algo de lo que se percató su marido, que la sujetó para evitar que se precipitase al mar. A continuación, la persona que los acompañaba fue la que llamó al 112 para informar que su amiga tenía problemas para respirar.
Fue entonces, cuando desde el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias puso los hechos en conocimiento de Urxencias Sanitarias-061 Galicia, que movilizó de inmediato una ambulancia asistencial, que recogió al personal médico y de enfermería del centro de salud, para acudir al lugar de la incidencia. El personal técnico y facultativo estuvo practicándole maniobra de reanimación cardiopulmonar a la mujer que había entrado en parada cardíaca, pero todos los intentos para mantenerla con vida resultaron infructuosos. Según apuntaron algunas personas que se encontraban en el lugar del suceso, Aurora Ces ya había sufrido con anterioridad otros problemas relacionados con el corazón y que incluso tuvo que ser evacuada en helicóptero en alguna ocasión.
También acudieron hasta el lugar del suceso las dotaciones de Bomberos de los parques comarcales de Ribeira y de Boiro, así como personal del Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM) ribeirense, pero cuando llegaron al referido entorno del faro de Corrubedo ya estaba fallecida la mujer. Una vez que la médico forense procedió al levantamiento del cadáver y certificó la muerte por parada cardiorrespiratoria, la labor de los referidos efectivos de emergencias consistió en trasladar en una camilla los restos mortales de Aurora Ces Cespón hasta las inmediaciones de la atalaya, hasta donde se encontraban los vehículos policiales, de emergencias y de la empresa Pompas Fúnebres del Noroeste, que llevó el cadáver de la vecina de Lousame hasta su tanatorio en la Rúa Cristóbal Colón. Allí aguardaban varios familiares, y en donde se procedió al protocolario reconocimiento oficial, antes de su traslado al tanatorio de la localidad lousamiana.

Diligencias
Al lugar en el que falleció Aurora Ces se desplazaron también integrantes del Cuerpo Nacional de Policía, tanto de sus unidades judicial como científica, que se encargan de instruir las diligencias sobre el fallecimiento. También se pudo ver a agentes de la Policía Local y a un guardapesca de la Cofradía de Pescadores de Aguiño-Carreira, que vigilaba por la zona.

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