Familias de los cuatro concellos de la comarca prevén la acogida de 19 niños saharauis en verano

Familias de los cuatro concellos de la comarca prevén la acogida de 19 niños saharauis en verano
Nueve niños saharauis fueron acogidos por familias de Rianxo en verano de 2016

Las familias de los cuatro municipios barbanzanos mantendrán este verano la magnífica respuesta que vienen dando desde hace tiempo en cuanto a la acogida de niños saharauis procedentes de los campamentos de refugiados de Tindouf (Argelia). Así se puede deducir de los datos ofrecidos por la asociación Solidaridade Galega co Pobo Saharaui (Sogaps) cuando se acaba de cerrar el programa Vacaciones en Paz 2017, y que revelan que un total de 19 de los 325 chiquillos con raíces en el Sáhara Occidental que está previsto pasen este verano en Galicia lo harán en O Barbanza, según dijo la presidenta de Sogaps, Maite Isla.

Un año más, Rianxo vuelve a ser la localidad de la zona que registra una mayor acogida, con ocho niños saharauis, lo que supone uno menos que el verano pasado. Ello se debe a que dos de los niños que estaban en acogida junto con sus hermanos con sendas familias -dos con cada una- superan la edad para entrar en el programa Vacaciones en Paz, por lo que este verano no regresarán -como parece que le sucederá en 2018 a otros cuatro que este año vendrán por última vez-, y llega un chiquillo que se incorpora en esta ocasión a la iniciativa con otra familia. Isabel Muñiz, delegada para esa localidad y otras como Catoira, Valga y Pontecesures, subraya la buena respuesta de las familias, “que colaboran en todo lo que se les propone, ya sea con actividades para recaudar fondos para el programa, dar a conocer la causa saharaui con charlas y otras iniciativas”.

Los otros tres municipios restantes mantienen, según los datos de Sogaps, la cifra de once niños en acogida. Amparo Cerecedo, delegada de la asociación para estas tres últimas localidades, indicó que en A Pobra había otras dos familias de acogida anotadas, pero por causas de enfermedad o motivos personales renunciaron. Agregó que los que estuvieron acogiendo a niños varios años no suelen apuntarse de nuevo, pues aunque ya no los tengan en verano no dejan de tener vínculos con ellos y no pierden en contacto con ellos y sus familias. Añadió que hacen llamamientos para que aparezcan familias nuevas, pero mucha gente no se anima pues sigue afectando la crisis. Tantos las citadas responsables como las familias de acogida indican que “nos lle aportamos moitas cousas, pero os cativos non dan mito máis. Non teñen nada e danche todo”, subrayaron. l

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