A POBRA - Fiscalía rebaja su petición de cárcel para el exdirector de un banco a seis años

A POBRA - Fiscalía rebaja su petición de cárcel para el exdirector de un banco a seis años
El juicio contra el exdirector de La Caixa vivió ayer su cuarta sesión CHECHU RÍO

A seis años de cárcel ha quedado reducida la petición inicial de doce años de prisión por parte de la Fiscalía contra el exdirector de la sucursal de La Caixa en A Pobra en el periodo comprendido entre los años 1999 y 2011. Así lo dio a conocer ayer al mediodía durante la presentación de sus conclusiones definitivas en la penúltima sesión del juicio que se sigue en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña en Santiago de Compostela contra Francisco Javier Otero García. El fiscal se decantó por mantener la acusación de un delito continuado de estafa en concurso con otro de falsedad en documento mercantil y retiró el relativo a apropiación indebida, después de que juez le indicase a las partes que la existencia de uno de los delitos elimina el otro.
El magistrado también les planteó la posibilidad de hacer referencia de manera subsidiara o alternativa a ambos delitos, por lo que optaron las acusaciones particulares de varios afectados, que insistieron en mantener su solicitud de doce años al optar de manera alternativa por uno u otro delito según el tipo de irregularidad de la que acusasen al exdirector de la sucursal pobrense de La Caixa. Estos letrados manifestaron ayer su sorpresa por la actitud que estaba mostrando el abogado que defiende los intereses de la entidad bancaria en su labor de acusación contra Otero García, por considerar que trataban algunas de las víctimas que perdieron sus ahorros como cómplices del exdirector de la sucursal entre 1999 y 2011 en la comisión de los supuestos delitos de que se le acusa, y a algunos lo quiso calificar de prestamista profesional. En este sentido, algunos señalaron que lo que está pretendiendo la entidad bancaria es sembrar la duda para no tener que devolver el dinero.
Durante esta cuarta sesión del juicio contra Francisco Javier Otero García se contemplaba la comparecencia de expertos en peritajes caligráficos e impresiones digitales que analizaron los documentos de este supuesto caso de banca paralela en el que hay una docena de perjudicados que invirtieron 1.897.614 euros, sobresaliendo los casos de clientes a los que les causó perjuicios por 430.000 y a otro por 424.550 euros. Un perito reconoció la huella digital de una clienta en un documento, pero que su abogada señaló que pudo haberla obtenido de manera fraudulenta el acusado en una de las visitas que le hizo a su casa para hacerle la declaración de la renta. Alguna de las abogadas de la acusación llegaron a decir que la cifra de perjudicados era muy superior a los que recurrieron a la vía judicial, pero que muchos de ellos no reclamaron por vergüenza a que se supiera que les estafaron.
También se volvieron a escuchar manifestaciones efectuadas por el acusado en su declaración en el juicio en las que reconoce que con uno de los perjudicados hizo “el tonto” y que “fue una estupidez por mi parte de la que no me beneficié” y que “siente haberla hecho”. Acudieron tres peritos que realizaron auditorías internas para La Caixa en dicha sucursal, pero no detectaron ninguna irregularidad. Esas inspecciones se hacían en relación a préstamos, créditos u otros productos que pudieran ser un riesgo para la entidad, pero no lo hicieron sobre documentos de deuda subordinada, participaciones preferentes o el seguro de vida Segurfon, ni sobre lo que había en la sala de máquinas y de papel, en el sótano. Y se dio lectura a las declaraciones de las cinco personas que fallecieron durante el tiempo en que se prolongó la instrucción del caso hasta la celebración del juicio.
Como consecuencia de ellas y de las que se realizaron directamente en el propio juicio, el fiscal considera que ha quedado más que acreditada la estafa, precisando que la clave de la misma está en que el engaño se produjo debido a la confianza absoluta que tenían los afectados en el exdirector de la sucursal financiera, al que considera como único y exclusivo organizador del engaño y estafa a unas víctimas que tenían depositada toda su confianza en él. Precisó que todas las operaciones las hacía a solas con esos clientes en su despacho de la sucursal, proporcionándoles documentos acreditativos presuntamente falsificados.
Para la última sesión, que tendrá lugar hoy, restan por conocerse las conclusiones del abogado de la acusación de Caixabank -actual denominación de La Caixa-, así como de la letrada relacionada con la responsabilidad civil subsidiaria de la entidad financiera, y del abogado defensor de Francisco Javier Otero García, que ayer ya mostraba su satisfacción por el hecho de que el juicio se estuviera desarrollando como esperaba y por la reducción en la petición del fiscal en cuanto a la condena para su defendido.

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