El forense Fernando Serrulla confirma que es muy complicado hallar semen en un cadáver sumergido y casi imposible un ADN

El forense Fernando Serrulla confirma que es muy complicado hallar semen en un cadáver sumergido y casi imposible un ADN
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El forense de la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), Fernando Serrulla, manifestó que los estudios confirman que el semen “no perdura más allá de siete días en el interior de la vagina de una persona viva”, e incidió que en una fallecida, como Diana Quer, “se complica mucho más”, y que al haber estado sumergida en agua “se complica cien o mil veces más”. Aunque no puede hablar del contenido del caso, sus palabras confirman la información difundida por este periódico en la que se desveló que en las pruebas biológicas no se hallaron restos de esperma en el cuerpo de la joven madrileña. Añadió que este caso fue “especial” para todos los que participaron en su autopsia. Precisó que fue un trabajo en equipo, cuyo máximo responsable fue Alberto Fernández Liste, del Imelga de Santiago, que le solicitó su participación. Reconoció que supuso “un reto” y que intentaron que no se quedase “ningún fleco suelto” y recabar “el mayor número posible de datos”.

Serrulla Rech, que reconstruyó la imagen del “hombre lobo” de Esgos, Manuel Blanco Romasanta, 150 años después de su muerte, considera “muy bajas” las posibilidades de encontrar signos de agresión sexual en un cuerpo sumergido casi 500 días, pero que “son pruebas que hay que intentar hacer”. Concretó que en casos de un cuerpo sumergido hay que buscar ADN de varón fundamentalmente, ya que hallar semen “es prácticamente imposible”. Pero, precisó que “el ADN está fragmentado, diluido, es casi imposible localizarlo”. En una entrevista de Europa Press dijo que la “ausencia de lesiones también es un dato” y defendió que el trabajo de los forenses es “decir al juez la verdad material”.

Añadió que al trabajar con un cadáver en descomposición se plantean dudas al no estar completo, y que en caso contrario “ayudaría mucho a la investigación”. Pese a ello, subrayó que están “preparados para esto” porque estudiaron “más cadáveres por esqueletización” y relacionados con supuestos homicidios. Este forense concretó que se trata de una técnica complicada que permite ir más allá de la autopsia convencional y a la que se recurre en casos en los que hay indicios de criminalidad, y consiste en retirar las partes blandas y esqueletizar el cuerpo.

Este forense del Imelga dijo que si un cuerpo está envuelto en agua” se detiene la descomposición normal y las grasas, en determinadas condiciones, se saponifican, y se forman jabones. Serrulla puntualizó que con la esqueletización cadavérica se trata de “ver partes blandas e intentar llegar al esqueleto” para “ver huesos y de qué manera” pueden constatar o excluir “traumatismos u otras lesiones”. Y dijo que con esa técnica no se logran resultados positivos en todos los casos, pero precisó “siempre aporta datos, aunque sean negativos”.

El forense Fernando Serrulla confirma que es muy complicado hallar semen en un cadáver sumergido y casi imposible un ADN

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