Bajo una inmensa carpa, de 15 metros de altura, Frinsa celebró la Navidad y su crecimiento con los trabajadores. Fue una comida a la que asistieron 1.100 de 2.000 empleados de la conservera. Tras los aperitivos, degustaron cigalas, brocheta de rape y langostinos, jarrete de ternera estofado y praline de turrón. Luego hubo baile y copeteo, que siguió en la movida ribeirense.l