Un furtivo rompe un hueso del antebrazo a un guardacostas al golpearlo con un remo en A Pobra

Un furtivo rompe un hueso del antebrazo a un guardacostas al golpearlo con un remo en A Pobra
El pobrense denunciado cargó el motor fueraborda y un bidón de gasolina en una carretilla

Guardacostas de la unidad operativa de Ribeira denunciaron en el cuartel boirense de la Guardia Civil a un conocido furtivo pobrense, M.R.P., de 42 años, por la agresión que supuestamente cometió hacia uno de ellos, al que golpeó con un remo y le rompió un hueso del antebrazo, lesión de la que fue atendido en el Hospital do Barbanza. Los hechos tuvieron lugar a las 17.15 horas del viernes cuando en un servicio de vigilancia rutinaria por el margen norte de la ría arousana con la patrullera “Illas Malveiras”, los agentes detectaron una planeadora con una persona a bordo que, al percatarse de la presencia de los mismos, arrojó al mar medio capacho de nécoras. Los guardacostas le preguntaron con qué las capturó y les respondió que las cogió en unas nasas, y acto seguido huyó a gran velocidad hacia la cala de Os Raposiños.

Los guardacostas, que fueron detrás de él, intentaron incautarle la embarcación, pues presentaba irregularidades. La reacción del denunciado fue agredir a un agente en un antebrazo con un remo, causándole la referida fractura, y le arrojó piedras. Tras la agresión, el furtivo regresó a su embarcación y se dio a la fuga dirigiéndose a una playa de A Ribeiriña. En esa huida, mientras los guardacostas le seguían, estuvo lanzando piedras a la “Illas Malveiras”. Una vez en tierra, cargó en una carretilla, para llevárselos a su casa, un arpón, un bidón y el motor fueraborda de la planeadora, que fue incautada y trasladada a Vilagarcia en el remolcador “Sebastián de Ocampo” por furtivismo, carecer de documentación y porque el folio era falso, según indicó la Consellería do Mar..

Desde la sala de operaciones del Servizo de Gardacostas se solicitó la colaboración de la Policía Local y Guardia Civil. Los primeros en llegar fueron los agentes municipales, a los que se solicitó que lo identificasen -algo que no era necesario pues se trataba de un conocido de las fuerzas de seguridad- y le incautasen el motor fueraborda. Mientras los policías trataban de cumplir con ese cometido, M.R.P. destapó un tanque de gasolina, con la que salpicó los alrededores y roció el motor y a los policías, a los que seguidamente amenazó con quemarles si no le dejaban marchar con el motor. Ese individuo echó a correr y, aunque los agentes le persiguieron, llegó a su domicilio, que estaba cerca, donde se escondió y no volvió a salir. Pese a las invitaciones que les hicieron los policías locales y posteriormente los guardias civiles para que saliera, por ahora no lograron su objetivo, pero en cuanto ponga un pie en la calle será detenido.

Un furtivo rompe un hueso del antebrazo a un guardacostas al golpearlo con un remo en A Pobra

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