RIVEIRA-Un hostelero sorprende a un ladrón tratando de llevarse el dinero de la tragaperras y que se dio a la fuga

RIVEIRA-Un hostelero sorprende a un ladrón tratando de llevarse el dinero de la tragaperras y que se dio a la fuga
Diario de Arousa-2015-04-07-018-907d7934

El restaurante A Terraza, que llevaba abierto un día en un bajo de la Avenida de Ferrol, recibió la visita de un amigo de lo ajeno en la madrugada del pasado sábado, aunque acabó huyendo con un exiguo botín tras ser descubierto por la pareja de la dueña del establecimiento. Acababan de las siete menos diez de la mañana del pasado 4 de abril cuando la propietaria, que dormía en su domicilio ubicado encima del negocio, se desveló al sentir unos ruidos metálicos procedentes de la planta baja. Fue su pareja el que se dirigió sigilosamente hacia ese lugar, descendiendo las escaleras que intercomunican el piso y el local, y observó a un individuo agachado y golpeando la máquina tragaperras.
Tras sorprender al ladrón, y con el ánimo de disuadirle y repeler una posible acometida, el hostelero agarró un palo de madera que había en el rellano de la escalera y empezó a golpear con estrépito la barra del restaurante. Ello provocó un brinco en el caco, y acabó poniéndose de pie. Acto seguido, la pareja de la dueña del establecimiento arrojó una silla hacia la zona donde se encontraba el ladrón, al que no alcanzó, pero si que impactó sobre una vidriera de la puerta y la rompió. El ladrón reaccionó de forma impetuosa y se introdujo por un reducido hueco de la puerta por el que se supone que, tras romperlo, también accedió al interior del local. De esa manera, el caco logró salir al exterior y darse a la fuga al escapar corriendo por calles adyacentes. En su huida, le cayeron numerosas monedas por el suelo, además de un destornillador, por lo que sólo logró llevarse un botín de unos 40 euros en monedas de 50 céntimos y de 1 y 2 euros.
El hombre que logró ahuyentar al ladrón pudo aportar una descripción física del mismo: varón de complexión delgada, de aproximadamente 175 centímetros de estatura, pelo moreno y corto, rostro chupado y de entre 18 y 24 años, además de que vestía cazadora tipo bomber de color gris y portaba una mochila negra en su espalda. En la comisaría le mostraron un álbum de fotografías y reconoció entre esas imágenes al ladrón, pese a que la foto era de hace 3 años, por lo que está prácticamente identificado. Las unidades de la policía científica y judicial acudieron al lugar de los hechos para recoger pruebas y huellas con las que avanzar en la investigación.

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