El hundimiento en la Porta do Sol obliga a levantar la plaza y poner un mallazo relleno de hormigón

El problema generado por el hundimiento de una parte de la céntrica plaza ribeirense de la Porta do Sol, en la zona de la explanada en la que se sitúan las terrazas de los de establecimientos hosteleros Botter y O Niño do Cuco, no parece que vaya a ser cosa fácil y poco costosa. De hecho, desde el Concello indicaron que los técnicos que inspeccionaron el lugar afectado por esa situación ya apuntan que precisará de una obra de envergadura que necesitará de que en un próximo presupuesto se destine una partida concreta, con un importe aún por concretar, para poder acometer una importante actuación, que no puede ser realizada por la brigada municipal de Obras, ni en el actual presupuesto se dispone de la cuantía necesaria para financiar la obra. Lo que no está decidido es la procedencia del dinero, pues podría financiarse con las arcas municipales o bien buscarle un encaje económico.

Desde el Ejecutivo local señalan que el problema se produce a partir de donde se sitúa el muro de contención del edificio en una parte en la que se hizo un relleno de tierra, que es en donde está cediendo el terreno dentro del proceso de asentamiento del mismo. Sobre las causas de ese hundimiento por el momento no hay nada oficial pero, tal y como ya indicaron vecinos que advirtieron del problema, no se descarta que se produjese como consecuencia de filtraciones de aguas de la lluvia, cauces fluviales u otras procedencias. El hecho de que otras partes de la plaza no empezasen hundirse es lo que hace pensar que su firme completó su proceso de asentamiento, a diferencia del extremo más próximo a las escaleras que comunican la plaza con la Rúa Ramón y Cajal.

Lo que si señalaron los técnicos del Concello de Ribeira a respecto de la actuación a ejecutar es que será necesario levantar los metros cuadrados suficientes de la plaza -aún está por decidir esa superficie concreta- para proceder a sanear la zona afectada del relleno de tierra, para luego proceder a colocar un mallazo metálico y cubrirlo de hormigón, con la finalidad de que quede como una placa. El hecho de que no se acometa ninguna intervención de urgencia, y teniendo en cuenta que desde el Ayuntamiento confirman que son conocedores de la situación desde hace bastante tiempo, es lo que hace pensar que, por el momento, no se observa peligro inminente de que la parte de la plaza Porta do Sol afectada se venga abajo de repente.