11º-26º
viernes | 19 abril | 2024
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Ribeira, Félix Isaac Alonso Peláez, tiene muy claro que el rianxeiro José Enrique Abuín Gey, “O Chiclé”, llegó a las 03.09 horas del 22 de agosto de 2016 a una nave abandonada en Asados, donde permaneció una hora en la que, a su juicio, agredió sexualmente a Diana Quer y la estranguló con una brida. “Consumada dicha acción y con el fin de evitar que se descubriesen los hechos cometidos, introdujo el cuerpo de la víctima en el pozo, donde arrojó también su bolso, abandonando el lugar y llevándose la ropa de la víctima, de la que se deshizo en un lugar indeterminado”, señala en el auto de apertura de juicio oral. Y añade que, transcurridos al menos 20 días, el sospechoso regresó a la nave para comprobar el estado del cuerpo y al verlo en la superficie decidió lastrarlo con unos bloques de hormigón.
El juez finalizó la investigación de la muerte de la joven madrileña, desestimó la solicitud de sobreseimiento parcial formulada por el investigado y, consecuentemente, emitió el auto de apertura de juicio oral, en el que acuerda que la causa se siga contra el único detenido por si los hechos fuesen constitutivos de delitos de asesinato, agresión sexual y detención ilegal. El sospechoso será enjuiciado por el Tribunal del Jurado de la sección compostelana de la Audiencia Provincial. Félix Alonso indica que, “sin perjuicio de lo que pueda resultar acreditado en el acto del juicio”, de las diligencias practicadas se desprenden “indicios suficientes” para que las actuaciones se sigan contra Enrique Abuín por los delitos por los que le acusan Fiscalía y acusación particular, que piden la prisión permanente revisable. Señala que el estudio de los terminales telefónicos revela la coincidencia de los movimientos seguidos por víctima y sospechoso y hace referencia a los estudios médico-forenses y a los elementos hallados en el levantamiento del cadáver, entre ellos una brida “con una abertura compatible con el estrangulamiento”, precisa el juez.
A juicio del instructor, la versión del acusado presenta “notables incoherencias e incompatibilidades” con el resultado de las diligencias practicadas. Destaca que no consta que se produjese en la zona ninguna sustracción de combustible, por lo que ese motivo “no explica su presencia en el lugar”. Además, subraya que resulta “poco creíble” que la víctima abandonase voluntariamente el paseo a través del que regresaba a su casa de veraneo para acceder a una vía “que no se encontraba en la trayectoria que seguía y que discurre entre naves abandonadas de peores características y en cuyas proximidades se encontraban instalados los vehículos de los feriantes”. En cuanto al “agarre del cuello casi accidental” referido por Abuín Gey, resalta que “no justificaría las lesiones constatadas”.
Precauciones del investigado
El titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Ribeira indica que las “precauciones” tomadas por el investigado “no sólo tendrían por objeto evitar la localización de la víctima, sino también la comisión y posterior descubrimiento del delito de agresión sexual, impidiendo, con el sumergimiento de la víctima en agua durante un periodo muy prolongado de tiempo y llevándose su ropa, que pudieran hallarse restos orgánicos de la comisión de tales hechos, cuya producción viene igualmente respaldada por lo informado en el último de los informes médico-forenses recabados”. Añade que no existe indicio alguno de que Diana Quer hubiese fallecido ya en el momento de subirla al vehículo del acusado, “ni que descarte la comisión de la agresión sexual”, recalca el juez.
El instructor sostiene que de las diligencias practicadas se desprende que Abuín abordó por sorpresa a la víctima el 22 de agosto de 2016 sobre las 02.40 horas, cuando regresaba a su casa por el Paseo do Areal (A Pobra), la introdujo en el maletero del coche “por la fuerza, evitando que gritase” y le arrebató el teléfono móvil. Añade que, tras maniatarla de pies y manos con bridas y amordazarla con cinta adhesiva, se marchó a gran velocidad. Y relata que a las 02.52 se incorporó a la AG-11, dirigiéndose a la salida de Rianxo, donde llegó hacia las 03.00 horas, y que cuando pasaba por el puente sobre la ría, arrojó el móvil de la víctima por la ventana.
