El interrogatorio policial al Chiclé se prolongó durante cerca de diez horas

El interrogatorio policial al Chiclé se prolongó durante cerca de diez horas

Para que el rianxeiro José Enrique Abuín, conocido como “Chiclé” o “Chiquilín”, llegase a confesar el lugar exacto en el que había arrojado los restos mortales de Diana Quer, tuvieron que pasar cerca de 10 horas de un interrogatorio minuciosamente pensado por parte de agentes especializados en esas tareas de la UCO de la Guardia Civil de Madrid, con la colaboración de compañeros de la sección de Análisis de Comportamiento Delictivo, que trabajó previamente en su perfil. Según fuentes de la Benemérita, se buscó una estrategia sin presión, para calmar la ansiedad del detenido y se sintiera cómodo, para que les aportase la mayor información posible. Aunque tardó en decir donde estaba el cuerpo de la joven madrileña, e incluso llegó a proporcionales varias versiones de cómo lo arrojara a la ría -los miembros del instituto armado no se las creyeron-, al final consiguieron que confesase,, tras derrumbarse, llorar y pedir perdón a la familia de la víctima.

El interrogatorio policial al Chiclé se prolongó durante cerca de diez horas

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