Un joven de Artes sufre quemaduras cuando trataba de incinerar rastrojos

Un vecino de 22 años de la parroquia riveirense de Artes no olvidará fácilmente lo que le sucedió a última hora de la tarde del pasado lunes y que acabó con él ingresado en la planta de Cirugía Plástica del Hospital Provincial de Conxo con quemaduras de primer y segundo grado, sobre todo, en la cara y en los brazos. Este muchacho estaba aguardando para ir a jugar al fútbol sala con unos amigos a la pista polideportiva del Centro Recreativo de Artes, cuando decidió prenderle fuego a unos rastrojos que tenía amontonados en aproximadamente 20 metros cuadrados de superficie junto su casa.
En primer lugar roció con una cantidad inferior a medio litro de gasolina esa gran cantidad de residuos y fue a buscar un mechero y un trozo de papel para prender la llama. Según relataron amigos que ya fueron a visitarlo y a los que les contó con pelos y señales lo que le sucedió, nada más encender el fuego en un pliego de periódico en las proximidades de los rastrojos se produjo un fogonazo, posiblemente al acumularse vapores de dicho combustible, que le alcanzó al cuero cabelludo, la cara y la camiseta. En su afán de protegerse la cabeza y de sacarse esa prenda de ropa, pues de lo contrario le habría afectado también al pecho, el fuego le alcanzó los brazos hasta los hombros, provocándole ampollas de gravedad moderada, así como en el muslo derecho. A la vez, el joven riveirense empezó a gritar de dolor, pues las quemaduras le abrasaban esas partes de su cuerpo, pero no había nadie cerca que pudiera escucharlo.
Fue entonces cuando este muchacho de Artes cogió su coche y se dirigió al Hospital do Barbanza, pese a lo mucho que sufrió por las quemaduras, y se sorprendieron de que llegara él solo, aunque destacaron que hizo muy bien ir cuanto antes para prestarle asistencia médica. Una vez allí lo atendieron con rapidez y lograron estabilizarlo, colocándole una mascarilla y lo rociaron con un líquido para enfriar las zonas afectadas. En el complejo sanitario de Oleiros trabaja una familiar y fue ella la que se puso en contacto con el resto de sus seres queridos, que acudieron de inmediato a esas instalaciones para interesarse por él y estar a su lado. De hecho, desde entonces, y salvo momentos en los que los médicos no les permitieron estar con él para facilitar su trabajo, no se han separado de su lado, ni dejaron de darle ánimos y apoyarle y desearle una pronta y buena recuperación.
Una vez se consiguió que las quemaduras no se extendieran, fue evacuado en una ambulancia al Clínico de Santiago, en donde lo pasaron a la unidad de críticos, donde le realizaron varias intervenciones y le pusieron oxígeno, por si tenía vapores de la gasolina en los pulmones. Poco después fue trasladado al Hospital Provincial de Conxo, en donde permanece ingresado en la planta de Cirugía Plástica. Las quemaduras más graves las tiene en el labio y los brazos, que los tiene en carne vida y es en estos  últimos en los que se están planteando hacerle injertos. n