Malestar en el puerto de Ribeira por los okupas en un almacén de la vieja lonja

Usuarios del puerto ribeirense han querido hacer público su malestar por la situación de inseguridad que se está generando en el entorno de la antigua lonja por unos okupas que se instalaron hace más de un año en un almacén un departamento de esa infraestructura. Recordaron que fue a raíz del traslado de las vendedurías y de los exportadores a la nueva rula cuando se empezaron a detectar problemas e incluso que se llegó a ejercer la prostitución en s interior. E hicieron referencia a un episodio registrado en enero de 2019 cuando una mujer apuñaló a otra en lo que pareció ser un ajuste de cuentas. Por ello, advierten de estas situación para que se adopten medidas para evitar que en el futuro ocurran incidentes de ese u otro tipo.

Profesionales que trabajan en el puerto de Ribeira indicaron que la situación que denuncian ahora la vienen padeciendo desde hace más de un año, desde que un antiguo trabajador de una empresa exportadora de pescados estableció su morada en el departamento número 18, que sospechan que pudo acceder al mismo al haberse quedado con un juego de llaves, pues pese a que los policías de Portos de Galicia acudieron varias veces a cerrar la puerta, a las pocas horas volvía a estar abierta. Precisaron que en un primer momento no hubo conflictividad, pero advierten que desde hace bastantes meses entró a vivir allí otra gente y que hay mucho movimiento de gente por el trapicheo de drogas, “que é moi frecuente a diferentes horas do día, especialmente a partir de cando faise de noite”, señaló uno de los usuarios del puerto de Ribeira. Detallaron que incluso abrieron un agujero en la puerta metálica como mirilla para comprobar si quien les llama es un comprador.

Esos usuarios de la zona portuaria de la capital barbanzana subrayaron que no sólo acuden a comprar sustancias estupefacientes los habituales toxicómanos de la zona, sino que también se ven llegar coches de gana alta y que sus ocupantes no se apean de los mismos posiblemente para evitar que los vean e identifiquen. Estos profesionales del mar indicaron que en la Policía Portuaria, en la comisaría de la ciudad y en la Patrulla Fiscal de la Guardia Civil son conocedores de esta situación, y consideran que deberían intervenir, ya no sólo por la presencia de okupas, sino por la presunta comisión de un delito de tráfico de drogas.

Desde Portos de Galicia confirmaron que son conocedores de esa situación y que desde su asesoría jurídica se iniciaron los trámites para que se proceda al desahucio de esos okupas. En otros departamentos de la antigua lonja aún permanecen algunos exportadores, que solicitaron una prórroga en la concesión para poder buscar otro sitio donde instalarse, pero ese periodo concluirá a finales de este año, por lo que tendrán que irse. En los que están libres ya se acometieron reformas, que están pendientes en los que aún tienen usuarios. La intención que persigue Portos de Galicia es realizar un cambio de uso de todos esos almacenes, y aunque no trascendió oficialmente el destino de los mismos, todo apunta a que serán para los arrastreros.

Mientras Portos de Galicia tiene que recurrir a la vía judicial para echar a los okupas de dicho departamento, hace mes y medio la Policía Local de Ribeira consiguió a través de la vía del diálogo, que se fueran unos okupas de una estructura que habían montado con mallazo de obra sobre la acera que hay entre dos de la casetas situadas junto el apeadero de autobuses, a donde llegaban los malos olores. Había quienes dormían allí, pero también uno de ellos almacenaba infinidad de residuos -nasas, ropa vieja, cuerdas, cajas de pescado y otros, e incluso había heces humanas-, como si sus moradores sufrieran el Síndrome de Diógenes, e incluso acudían muchos a inyectarse droga, como lo evidenciaba la gran cantidad de jeringuillas que había tiradas allí. Agentes municipales indicaron que ese lugar era “completamente insalubre” y que se procedió a la retirada de tres toneladas de basura en un camión de la empresa Urbaser, y luego se desinfectó.