Media docenas de negocios de la ciudad registran tres robos y tres tentativas de sustracciones en una semana

“Esto es un escándalo. Se rexistra un roubo seguido de outro e parece que a ninguén lle importa. Somos o pito do sereo”. Así de contundente se expresaba ayer el propietario de un negocio de Riveira que recibió la visita de los amigos de lo ajeno en los últimos tiempos. Y es que ha trascendido que en la última semana tuvieron lugar un total de tres robos y otras tres tentativas de sustracciones en media docena de establecimientos de la ciudad. El último, del que se dio cuenta ayer, se registró a las siete de la mañana del lunes en el café bar Dominium, del a Rúa Cervantes, de donde el ladrón se llevó medio millar de euros de la recaudación y premios de la tragaperras, que reventó con un hacha, herramienta que usó para romper la ventana por la que entró y salió.

Una cantidad de dinero similar fue la que se llevó en la madrugada del pasado sábado un caco del bar Betanzos tras forzar la cerradura de la puerta y romper la mencionada máquina recreativa con un martillo. A ello se les sumó a mediados de la semana pasada una peluquería de la Avenida da Coruña, a donde entró tras romper el cristal con una baldosa de una acera y de donde el ladrón se llevó un botín consistente en cosméticos, secadores y planchas de pelo, además de una cantidad de dinero en metálico que no fue facilitada. Al parecer, las cámaras de vigilancia del local grabaron a un individuo, que pudo cortarse con algo pues en el salón de belleza apareció bastante sangre por el suelo.

A todo ello hay que sumar que en la madrugada del 11 de este mes, los ladrones intentaron robar en dos bares y una lavandería situados en el barrio de Abesadas y sus inmediaciones. En el bar Kukúa los vecinos sintieron tres golpes y al ir a mirar no vieron a nadie, pero media hora después regresaron y rompieron un cristal y la tragaperras, aunque no se llevaron nada, posiblemente al huir tras sospechar de la presencia policial en la zona. E intentaron entrar en el bar Samba y la lavandería Mirlo Blanco a través de un patio interior, y en el que fue localizado el gato de un coche. En uno apareció roto el cristal de un ventanuco y en el otro agrietada la pared tras los golpes que le dieron a una consistente verja. Los cacos pudieron oír al temer que los descubriesen.