Negocios hosteleros se ven involucrados en una estafa de distribución de vinos

Varios negocios del sector hostelero de la comarca se han visto involucrados sin quererlo en una supuesta estafa en la distribución de vinos, aunque parece ser que ni son afectados, ni tampoco tenían conocimiento de lo que estaba pasando. Algunos propietarios de esos establecimientos recibieron hace unas semanas la llamada o la visita del responsable de una empresa suministradora de esos caldos que pretendía aclarar la situación con respecto a unas supuestas deudas por facturas impagadas de la cierta mercancía. Ello causó cierta sorpresa en esos empresarios barbanzanos, pues en el caso de algunos hacía tiempo que no tenían relación con esa firma.

Uno de ellos nada más verlo le recibió con la exclamación “¡cuánto tiempo!”, pues hacía un año que no sabía nada de él pues ya no le llevaba vinos para incluirlos en su carta. Eso era algo que el bodeguero desconocía, pues el comercial de la zona supuestamente le presentaba documentos en los que detallaba el suministro de mercancía, y le argumentaba que había clientes que no le pagaban el vino, algo que por lo que ha podido averiguar nunca llegó a producirse.

Según indicaron algunos hosteleros riveirenses, un comercial de la empresa distribuidora de vinos es el supuesto autor de la estafa, pues según les indicó el dueño de la distribuidora, por un lado, podría haberse quedado con el dinero que le pagaran por las cajas de vino entregadas en su momento y, por otro, le atribuía facturas a clientes a los que ya no les servía mercancía. Parece ser que el importe de la presunta estafa asciende a unos 40.000 euros en la provincia coruñesa, pues el comercial al que se responsabiliza de la misma trabajaba en ese ámbito geográfico. Varios hosteleros que seguían siendo clientes de esa distribuidora de vinos indicaron que la una revisión de los documentos que les entregaba y donde les acuñaba la palabra “pagado” les permitió comprobar que se trataba de albaranes y no de facturas oficiales.

En otros casos, parece ser se le acusa de que supuestamente falsificó la firma del hostelero, aunque la realización de algunas comprobaciones permitió descubrir que no eran auténticas. Además, al descubrir la supuesta estafa, la empresa distribuidora despidió al comercial que, según indicó algún hostelero de Santa Uxía, les visitó una semana después para cobrar un albarán, posiblemente con el afán de atribuirle una deuda que no tenía.