El ocio nocturno se pasa a las tardes en el centro de Ribeira

“Estase volvendo aos hábitos dos anos 80 no que a salir de marcha se refire”. Así lo manifiesta el hostelero ribeirense Tucho Lijó, propietario del bar Plaza, que precisa que de un tiempo a esta parte, especialmente en las últimas semanas, viene detectando como cada vez hay más gente que adelanta la hora de ir, de manera escalonada, a los locales del centro de la ciudad que hasta hace poco se dedicaban al ocio nocturno. La supresión de este último, debido a la obligatoriedad de cerrar esos negocios como máximo a la una de la madrugada, dentro de las medidas anticovid, está provocando un cambio en esos hábitos. Los hosteleros indican que lo notan sobre todo los sábados en la gente joven, que empieza a consumir bebidas a partir de las seis de la tarde en las terrazas que, con permiso de las autoridades, vieron aumentada la superficie ocupada por mesas y sillas, ante la necesidad de guardar las distancias o separación de seguridad y cumplir los aforos.

Fran Pérez, propietario del Ventos Vellos, indica que una vez que llega la hora de cierre de los locales hosteleros, son muchos los jóvenes que no quieren que acabe la diversión y deciden continuarla por su cuenta. Este y otros empresarios del sector hostelero coinciden en señalar que es entonces cuando deciden reunirse en casas -en su gran mayoría alejadas de otras viviendas para evitar causar molestias por ruidos- y en pisos. La Policía Local de Ribeira confirma esta situación, pues detalla que se ha incrementado la cifra de llamadas de particulares por ruidos de fiestas en domicilios, a los que acuden los agentes a solicitarles que bajen el volumen y en la gran mayoría cumplen con lo que se les pide. Varios hosteleros consultados indicaron que hay quienes después de estar en fiestas privadas durante la madrugada todavía tienen ganas de seguir de marcha y, por ello, acuden a los bares del centro de la ciudad que abren a primera hora de la mañana.

Otro cambio de hábitos que notan los empresarios hosteleros de Ribeira es que la gente de mediana edad e incluso mayores están recuperando el hábito de salir a tomar el vermú. Algunos apuntan que ello contribuye a que los negocios del sector puedan sobrevivir en una delicada situación social y económica como la generada por la pandemia de la Covid-19. l