Un pez luna cautiva en Coroso

Un pez luna cautiva en Coroso
PEZ-LUNA-COROSO

La extraña presencia ayer al mediodía de un ejemplar de un exótico pez luna en la orilla de la playa de Coroso, en el extremo más próximo al camping, cautivó las miradas de decenas de bañistas que se hallaban en esa zona. Aunque se trata del pez óseo más pesado del mundo, pues puede llegar a pesar dos toneladas, e incluso a medir más de tres metros, en este caso se trató de una cría de unos 60 centímetros, pero no es habitual verlo por estas aguas, ya que habita en otras tropicales y templadas, pero no entre aguas de una ría como la arousana. Una de las personas entre las que este pez despertó la curiosidad llegó a plantear que debido a que come medusas pudo haberlas confundido con una bolsa de plástico y que fue eso lo que le podría causar molestias que le llevasen a acercase a la costa ribeirense.

Los que pudieron verlo indicaron que parecía estar desorientado y que igual que se acercaba a la orilla a zonas donde cubría por la rodilla de la gente, también se alejaba durante unos minutos para luego regresar, pero nunca llegó a varar en la playa. Hubo quien incluso planteó la posibilidad de subirlo a un kayak para llevarlo mar adentro, pero finalmente no lo hizo. Dos socorristas que se encontraban en la zona avisaron pasada la una de la tarde al GAEM para informar del hallazgo, y luego se informó a la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma), desde donde se indicó que mientras no varase en la arena no habría demasiadas complicaciones, pero recomendaron que la gente no se acercase demasiado a él para que no se asustase, ni alterase. Lo curioso es que entre los numerosos bañistas que se acercaron a ver al pez luna ninguno llevaba puesta la mascarilla, a diferencia de los socorristas y los efectivos del GAEM.

La aparición de este ejemplar de pez luna recordó al avistamiento de otro ejemplar que se movía desorientado por la playa boirense de Barraña en mayo de 2018. En este caso medía más de dos metros de largo y había el riesgo de que quedase varado en la orilla, pero con la colaboración de dos embarcaciones pudo ser devuelto a aguas abiertas, en las que se sumergió y acabó desapareciendo. En agosto de ese año fueron unos bañistas los que con una piragua devolvieron al mar a otro ejemplar que varó en la playa ribeirense de A Ladeira. En noviembre de 2001, unos vecinos de Boiro también vieron un pez luna multicolor, que pudo ser devuelto al mar. l

Un pez luna cautiva en Coroso

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