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sábado | 20 abril | 2024
Un nutrido grupo de residentes en la zona pobrense de A Ribeiriña acudieron a última hora de la mañana de ayer al Concello a presentar un escrito respaldado con sus firmas para solicitar que se impida aparcar en el tramo inicial de Camiño Real, accediendo desde A Mercé. La asociación de vecinos A Cubeliña también presentó ayer otro escrito que ya fue elaborado el pasado sábado en la misma línea y en el que incluso demanda que se prohiba la circulación de vehículos que no sean de residentes en la zona, además de que se ponga remedio a la problemática generada por todo ello. Este último colectivo se refiere a que constató que aparecieron bolsas de basura, mascarillas y otros residuos tirados por el camino tras la marcha de los visitantes.
Los afectados advierten que desde hace varios veranos las playas de esa aldea se han convertido en un reclamo para turistas, algo que se acentuó con motivo de la pandemia de la Covid-19, que les lleva a buscar lugares más apartados o con menos afluencia de gente para mantener la distancia social. Pero, esta situación está afectando sobremanera al tránsito por la única vía que tienen para acceder a sus casas. Los vecinos señalan que esos “nuevos visitantes” no atienden a la estrechez de ese vial en la citada entrada desde la AC-305 “y aparcan indiscriminadamente a un lado y al otro, para quedarse lo más cerca posible al acceso a la playa”.
A este respecto, señalan que eso provoca que en numerosas ocasiones sea imposible el paso, provocando retrasos para acudir a sus trabajos, y que en el resto haya grave riesgo de que algún vecino que trate de llegar a su vivienda caiga con su vehículo a terrenos aledaños al camino situados a nivel inferior. Agregan que incluso imposibilitan que vehículos de mayor tamaño, como los de Bomberos o la ambulancia, puedan llegar hasta los residentes a prestarles ayuda., una situación que les parece “extremadamente grave”. En este sentido, subrayan que cuando se trata de una urgencia médica son pocos los minutos que pueden marcar la diferencia entre vivir o morir, y mucho más atendiendo a la edad avanzada de muchos vecinos de esa aldea.
Los afectados indicaron que debido a la situación se vieron obligados a avisar a la Policía Local para tratar de corregir la situación, y en algunas ocasiones los agentes les trasladaron que al no haber señalización de prohibición de aparcar no pueden hacer nada. Ante eso, destaca la sorpresa que se llevaron el domingo cuatro de ellos al comprobar que una patrulla policial se presentó a las cinco de la madrugada “para, sin previo aviso, multar a los coches de vecinos que no aparcamos en la citada zona conflictiva sino en el otro acceso a la vía que es, además, la zona más ancha del camino”. Se refieren a ese lugar, Río da Costa, como una zona de aparcamiento tradicional desde que el más anciano tiene recuerdo y donde jamás, pese a que tampoco hay señalización alguna de prohibición de aparcar, se ha sancionado a nadie porque “ni se impide el paso de la circulación, pues pasa el camión de la basura sin problema alguno, ni se pone en riesgo a ningún vehículo”, y que esperan que se siga respetando como hasta ahora. l
