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viernes | 19 abril | 2024
La situación de conflictividad denunciada hace un año por residentes en edificios de la Praza Manuel Escurís, en pleno centro de A Pobra, por las molestias que les ocasionan un buen número de jóvenes se ha vuelto a recrudecer después de unos meses de relativa tranquilidad gracias a la vigilancia especial a la que se sometió esa zona por parte de la Policía Local con la colaboración de la Guardia Civil. Sin embargo, las lluvias que acompañan desde hace un par de meses están provocando que los muchachos regresen a esa zona en la que hay soportales bajo los que refugiarse. El desagrado de los vecinos no viene tanto por su presencia sino por las molestias que les ocasionan, además de la mala imagen que aseguran que da el hecho de que esa gente vende y consume droga en ese espacio.
Algunos residentes hicieron mención ayer al suceso publicado por este periódico en el que una persona con un negocio en la Praza Manuel Escurís fue agredido en la madrugada del sábado por dos de esos jóvenes, aprovechando que se encontraba solo en una calle de la zona de copas de la villa. Al parecer, el comportamiento de esos individuos fue una venganza después de que el empresario solicitase hace días la presencia de una patrulla de la Guardia Civil debido a las molestias que le causaba su presencia delante de su negocio. Aunque los dos presuntos agresores están identificados, parece que no se va a proceder a su detención, pues se les imputa una falta de lesiones. Algunas personas indicaron que no descartan que alguien se tome la justicia por su mano y les devuelva la paliza.
Residentes y empresarios de esa plaza apuntaron que lo mejor es que regrese la presencia policial a la zona, para identificarlos y hacerles cacheos, “pois polo visto parece que é o mellor idioma que entenden esas pandillas”. Otros sugieren que el Concello habilite espacios para que esos jóvenes se refugien en una zona apartada para que no molesten.n
