10º-22º
jueves | 25 abril | 2024
Agentes de la Policía Nacional rastrearon con perros ayer una finca de Ribeira siguiendo la pista de Diana Quer que les facilitó un vecino, aunque por el momento no han trascendido los resultados de la búsqueda.
Es uno de los primeros movimientos visibles de los investigadores tras el desbloqueo del móvil de la joven desaparecida. Su familia ayer por la tarde no tenía constancia de estos movimientos policiales, según confirmó el abogado de la madre de Diana Quer. Pedro Víctor de Bernardo explica que sus familiares siguen “esperando” conocer el contenido del teléfono.
Sobre este avance en la investigación también se pronunció ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, que espera que los datos del terminal permitan “seguir alguna línea” de la investigación “o descartar alguna de las líneas abiertas”. Villanueva ha confirmado que los agentes están trabajando en este contenido “una vez que se ha liberado” el teléfono. El delegado del Gobierno ha recordado que “los datos están siendo estudiados por los servicios centrales de la Guardia Civil”.
En una comparecencia ante los medios previa a una reunión en Santiago, Santiago Villanueva ha explicado que una vez que se obtenga y analice toda la información se podrá comprobar “si es relevante para el caso o no”. Sea cual sea el resultado, ha hecho hincapié en que “la Guardia Civil no dejó de investigar ni de trabajar en el caso” y ha confirmado que con estos nuevos datos “no se va a dejar en ningún momento”.
Casi un año de la desaparición
Diana Quer desapareció de A Pobra do Caramiñal la madrugada del 22 de agosto de 2016 cuando regresaba a casa de las fiestas de la localidad. En una conversación que mantuvo con un amigo y a la que pudieron acceder los investigadores, ella mostraba su intención de volver a casa. Pero desde entonces nada más se supo de ella.
El móvil es la única pista física que manejan los agentes y gracias a él saben que la joven madrileña salió de A Pobra en coche y, por las señales del teléfono, que permaneció en Taragoña, donde precisamente un mariscador encontró el terminal. En este año los investigadores recibieron pistas sobre su posible paradero que resultaron infructuosas.
