La preocupación por robos de gasóleo y de maquinaria obliga a extremar la seguridad entre los constructores

La preocupación por robos de gasóleo y de maquinaria obliga a extremar  la seguridad entre los constructores
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Los empresarios del sector de la construcción están más que hartos de que les roben cientos de litros de gasóleo y numerosa maquinaria que usan en las obras. Señalan que el perjuicio que se les ocasiona es muy grande, sobre todo en una época de crisis, en la que tratan de sobrevivir con los trabajos de los que resultan adjudicatarios, entre otras cosas. Su preocupación llega hasta tal punto que han tenido que cambiar su dinámica organizativa, por lo que en la mayoría de los casos ya no dejan los vehículos aparcados en las mismas obras y la maquinaria en las casetas, pues saben que tarde o temprano los ladrones acabarán llevándose el combustible, las baterías y el diverso instrumental que usan. 
Algunos empresarios de la construcción indicaron que han puesto en marcha algunas medidas como las de llevar sus vehículos grandes, ya sean camiones o palas retroexcavadoras, hasta las naves de la empresa o bien alquilan otras en zona no demasiado alejadas de la obra que ejecutan en cada momento, aunque son conscientes de que ello acarrea un sobrecoste, además de la pérdida de tiempo que supone el hecho de tener que estar llevando y trayendo esos vehículos de un sitio para otro. Para el caso de la maquinaria de un tamaño más pequeño hablan con los vecinos para encontrar un sitio en donde guardarla, y ahí encuentran bastante buena colaboración. También llenan los depósitos con lo justo, por lo que tienen que andar con garrafas por si se les agota. Con ello lograron que llegue una época de mayor tranquilidad y no haya tantos robos, pero saben que lo que ganan por un lado lo están perdiendo por otro.
Los afectados algunos de los robos señalan que los robos ya no sólo se registran durante la madrugada, aprovechando que las obras se realizan en zonas apartadas o que la gente está durmiendo, sino que en algunos casos incluso han tenido lugar poco después de que marchasen los obreros y encargados. Para ello van camuflados con una funda de trabajo para no llamar la atención entre la gente y así poder actuar con total libertad.
Un encargado de una obra manifestó ayer que la ola de robos les hace estar en alerta ante cualquier comportamiento de personas que se interesan por detalles como el horario de entrada y salida de las obras, incluso de una persona que acude a interesarse por un puesto de trabajo. En una obra que se ejecutaba hace semana y media en Boiro vieron entrar de noche un coche y, al menos, una persona estuvo merodeando por las máquinas, por lo que dieron la voz de alarma, pero cuando llegó el constructor ya no había nadie.

La preocupación por robos de gasóleo y de maquinaria obliga a extremar la seguridad entre los constructores

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