Reportaje | Coincidencias entre el proyecto Giosué y el Aquarius

Reportaje | Coincidencias entre el proyecto Giosué y el Aquarius
Niños de Infantil colocaron piedras ante el mural como en los judíos ante sus muertos

El muro de una de una de las entrada a la Praza de España en Ribeira fue objeto de una intervención urbana con reminiscencias del holocausto judío por parte de la comunidad educativa del colegio Galaxia dentro de su proyecto que lleva el nombre del niño protagonista de “La vida es bella”, Giosué, y en el que se involucraron varios departamentos bajo la dirección de Fernando Yáñez, profesor de Artes Plásticas. Esta acción se desarrolló para concienciar sobre lo que fueron los asesinatos en los campos de exterminio nazi, pero relacionados con la actual vulneración de los derechos humanos de la infancia, sobre todo los niños refugiados y otros asuntos como la violencia infantil. Para ello se hicieron 444 fotografías de alumnos vestidos con trajes de rayas, que luego se imprimieron en otros tantos carteles y se pegaron para hacer un mural junto con otros posters en los que aparecen frases y datos espeluznantes sobre este asunto, con la expresión “Teníamos que decirlo” en varios idiomas, y que en total suman 629.
Se da la casualidad de que esa es también la cifra de los migrantes que, arriesgando sus vidas se echaron al mar para huir de sus países de procedencia en donde eran víctimas de guerras, persecución política, hambruna, escasez o con simples deseos de mejorar sus vidas, fueron rescatados por el buque Aquarius. Tampoco se pensó en ello, pero sucedió, y es que la inauguración del mural que representa a todos los niños del mundo y con el que se puso el colofón a un sinfín de actividades paralelas, tuvo lugar una jornada después de la conmemoración del Día Mundial del Refugiado. Varios alumnos leyeron un manifiesto en el que se trató, al igual que con el proyecto, de promover la sensibilidad y solidaridad con los niños y adolescentes que sufren, por varias causas, cualquier daño físico, mental o emocional que impida su desarrollo y bienestar.
Estos estudiantes transmitieron el convencimiento de que no demasiado lejos de ellos hay niños que sufren malnutrición y violencia en sus casas, el colegio, las calles..., y que el maltrato infantil es un problema mundial con graves consecuencias que pueden durar toda la vida. Los alumnos de Infantil tuvieron un gesto muy significativo, que fue colocar piedras pintadas con sus nombres a los pies del mural como sucede en la tradición judía de colocar una piedra o guijarro en las tumbas como símbolo de fuerza y amor, honrar su memoria y tener un recuerdo más permanente del ser querido que, a diferencia del tributo de las flores, nunca se desvanecerá.

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