Reportaje | Una escultura que vale el peso en unas amistades

Reportaje | Una escultura que vale el peso en unas amistades
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Se podría decir que el apego y devoción que sienten por Ramiro Carregal los miembros de la Fundación Amigos de Galicia y sus inseparables de Ribeira y Vilagarcía vale su peso en mármol. El mármol de las catorce toneladas de la escultura -apoyada en una base de piedra de cantera- de cuatro metros de altura en forma de velero que ayer se descubrió en el puerto deportivo de la capital barbanzana, que el propio Carregal Rey ayudó a financiarlo, y que viene a representar la implicación del presidente de Frinsa con las regatas y el mar. En años anteriores, con motivo del cumpleaños del empresario nonagenario le hacían un obsequio en la comida a la que les invitaba, pero al cumplir 91 años pensaron que era mejor hacerle un regalo del que quedase constancia en algo que creó él, como es el Club Náutico. En la peana de cantera sobre la que se apoya el velero de mármol figura un poema que le dedicó su amigo Emilio Santasmarinas y en la que ensalza sus cualidades, humanidad y generosidad, así como sus hobbies, la Frinsa y la Ría de Arousa que tanto aprecia. Para la instalación del monumento y su mantenimiento se firmó un convenio entre dicha entidad y Amigos de Galicia.

El director de Amigos de Galicia, Jesús Busto, que fue el que realizó el diseño de la escultura, aunque de su construcción se encargaron otros profesionales, tuvo un reconocimiento para la generosidad de Ramiro Carregal, que volvió a quedar patente en dicho acto con la entrega de un microbús en el que se puedan desplazar los integrantes de los equipos de vela y de regatas del Club Náutico de Ribeira, que también le agradecieron su implicación con otro obsequio. José Luis Torres Colomer, presidente de dicha entidad, dijo que este vehículo sustituye el que tenían, que se encontraba en mal estado, y que había donado el propio empresario hace 15 años. Curiosamente, el toldo que tapaba el microbús era una vela de un barco de regatas y fue descubierto al son de los acordes del Himno Gallego que hicieron sonar tres miembros del grupo A Roda, como Xan Barcón (gaita), Cristian García (tamboril) y Alfredo Dourado (bombo).

Entre los asistentes estaban los exconselleiros Juan Caamaño y Ángel Palmou, el presidente de Amigos de Galicia, Miguel Villar, y su homólogo en la SD Compostela, Antonio Quinteiro. Todos reconocieron la tenacidad, perseverancia, constancia y trabajo que le permitieron a Ramiro Carregal hacerse a si mismo, y no se olvidaron de su imagen “elegante y distinguida”, además de que es un hombre “inteligente, afable y conocedor de la idiosincrasia del ser humano, a la vez que sencillo, simpático, vital, positivo y que se relaciona con todas las personas al mismo nivel, sin distinción de clases”. Además de poner en marcha proyectos empresariales, sus amigos destacaron su atención continua a entidades sociales, pues colabora con 66, entre ellas Amigos de Galicia, de la que es presidente de honor. l

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