Reportaje | El gran referente hotelero de Ribeira logra “estabilidad” al año de su nueva gestión

“Estabilidad”. Esa es la palabra en la que coinciden los que desde hace un año son los máximos responsables de la gestión del Hotel Ofiusa, que ostenta la empresa Gestió Illahotels, y que ha conseguido tenerlo abierto los doce meses, a excepción de Navidad y buena parte de enero, que aprovechó para dar vacaciones a los empleados, teniendo en cuenta que en esa época uno de sus principales cliente, el de empresa, también descansa, y de ese modo poder atender mejor sus necesidades. Su gerente, Adriana Illa, y el director, Álvaro Bengoechea, ofrecen incluso cifras sobre la ocupación de las 49 habitaciones -tres de ellas son suites- de que dispone este complejo hotelero, que dispone de servicios complementarios como piscina y pista de tenis, pero que sobre todo destaca por su situación idílica del entorno, por tener la playa de Río Azor a sus pies y por la gran tranquilidad que se respira. Añaden que los clientes valoran positivamente la comodidad y facilidad de tener siempre donde aparcar. 
Este fin de semana llegaron a colgar el cartel de completo, pero la media de todo el mes de agosto superó el 90%, mientras que en julio rondó el 80%, gracias al atractivo de algunas fiestas, según reconocen los nuevos gestores. Las previsiones para septiembre son muy buenas, pues cuentan con numerosas reservas. Respecto al invierno señalan que han tenido una ocupación media del 30%, aunque el pasado mes de abril incluso alcanzaron el 50% gracias al alojamiento de grupos de personas mayores que participan en circuitos por Galicia. Esos datos les invitan al optimismo en esta gran apuesta que han hecho a largo plazo, pues el contrato con los propietarios de la instalación es por doce años, pero esperan que se prolongue por más tiempo. El tiempo medio de estancia en verano está siendo de entre 5 y 7 noches, mientras que en invierno fue de entre 2 y 3 noches, y también cuentan con clientes con periodicidad semanal y quincenal.
Illa y Bengoechea señalan que su cliente es tanto nacional como internacional, pues incluso tuvieron hospedado a un equipo de taekwondo de Australia que vino a entrenar a la zona. Señalan que el ámbito deportivo es uno de los mercados a tener en cuenta en este tipo de establecimientos hoteleros, aprovechando la disputa de torneos de diferentes modalidades e incluso concursos, como el que se desarrolló de fotografía submarina. También tienen sus miras puestas en abrir la instalación a la población de Ribeira y la comarca barbanzana para que puedan disfrutar de ellas. De hecho, tienen muy avanzados los trámites para la apertura al público en general del restaurante, del que hasta ahora sólo hacen uso los clientes hospedados. Lo mismo pretenden hacer con la piscina. Respecto a la pista de tenis tienen proyectado convertirla en dos pistas de pádel.
Adriana Illa afirma que a la hora de decidir apostar por este hotel de Palmeira influyó mucho que vieron un gran proyecto y subraya el gran potencial “de este buen producto y es un sitio fantástico para trabajar”. Añade que, pese a que cambiaron la imagen corporativa, mantienen el nombre de Ofiusa para no marear a la clientela, pese a que lo sigue reconociendo como hotel Río Azor. Poco a poco van introduciendo mejoras como en las habitaciones y desayunos, entre otras cosas que no se perciben a simple vista, con la finalidad de superar las expectativas de los clientes. Aunque acogieron reuniones, Illa reconoce que resulta complicado que se celebren grandes congresos, pues para ese tipo de eventos se busca la proximidad de un aeropuerto. La gerente y el director pretenden lograr la estabilidad en el empleo. 
En verano cuentan con 20 trabajadores y en invierno tienen 12. Muchos de ellos ya trabajaron en etapas anteriores y le tienen mucho apego al establecimiento. La nueva gerencia señala que lo más importante del Hotel Ofiusa es el “alma de la gente”. l