Ribeira tendrá su Venus

Ribeira tendrá su Venus
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La aparición de diferentes Venus durante los últimos siglos en todos los ámbitos de la sociedad, la cultura y la ciencia ha intentado sembrar la duda de la equidad de género entre hombres y mujeres. La involución actual en lo relativo a la violencia es alarmante y, desgraciadamente, real. En este escenario nace del agua del Atlántico a los pies de Ribeira otra Venus, más actual, más conceptual, representada por todas esas Venus que han sido silenciadas en los últimos 16 años, pero que quieren seguir gritando día a día por la erradicación de la violencia animal en un mundo aparentemente de personas que siguen queriendo no ser humanas. 

“El Nacimiento de la Venus” de Ribeira se genera, según su promotor, Fernando Yáñez, por necesidad. “Necesidad de una sociedad que demanda obras que intervengan en el día a día de la gente. Gente que quiere contribuir en la realización y concepción de un símbolo”, precisó. Esa obra, que se descubrirá a finales de este mes, quiere ser el símbolo del apoyo a todas esas personas que luchan todos los días para que otras muchas mujeres puedan seguir sintiéndose vivas, personas que parecen ocultas pero que existen. “Es una pieza por la que el nacimiento de Venus se hace realidad”, dijo.

Fernando Yáñez recuerda que hace diez años la artista mexicana Elina Chauvet estableció el zapato de color rojo como símbolo de los asesinatos de mujeres que se estaban produciendo en esa época en Ciudad Juárez. Esos zapatos siguen dando la vuelta al mundo en señal de repulsa. En 2005, montones de zapatos de hombres, mujeres y niños a orillas del Danubio en Budapest configuraron una de las obras que más gritan en el silencio por el asesinato masivo de judíos arrojados en parejas al río. Una parte negra de la historia que tiene su zona 0 en los campos de exterminio de Auschwitz, donde entre otras muchas pertenencias, miles de zapatos se amontonan detrás de una gran sala acristalada.

El proyecto Venus impulsado por Fernando Yáñez pretende sintetizar todo ello para configurar una forma piramidal acristalada que se presentará invertida y que recordará al símbolo de la mujer, el denominado símbolo de Venus. La estructura, llena de zapatos proporcionados por toda la ciudadanía, se estiliza poco a poco en forma de flecha, la cual se clavará en el pavimento, como símbolo de la herida incesante que está ocasionando en la sociedad. El proyecto Venus, orientado a los puntos cardinales, lo quiere hacer de la mano de las “Heroínas de Sálvora”, en la plaza que lleva su nombre.

“Quiere buscar su lugar, convertirse en un símbolo de recuerdo y de concienciación, proyectando la única evolución posible de una sociedad: la Educación”, subrayó Yáñez. Dijo que el resultado final es lo que habitualmente se muestra, siendo el proceso y el desarrollo de una obra lo verdaderamente más cercano a los artístico, en su dimensión más humana. “Siempre me interesó el otro lado de las cosas, el enigma de lo oculto, lo que sucede detrás de las obras, el trabajo en el taller”. Añade que para conocer la estructura de Venus en su plenitud es necesario percibir los cimientos de su propio nacimiento, la parte que quedará oculta, que será enterrada y cimentada y en la que se sustenta la obra. “Una pieza que pasaría al olvido y en la que se van a apoyar los casi mil zapatos que simbolizarán a todas esas Venus que no las dejaron seguir soñando, seguir caminando”, concluyó Yáñez.

Ribeira tendrá su Venus

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