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jueves | 25 abril | 2024
El aguacero que cayó en el municipio riveirense a las cuatro de la tarde de ayer y durante los diez minutos siguientes no hizo más que sacar a la luz las deficiencias de la red de saneamiento en el principal núcleo de población de la parroquia de Aguiño, en donde se registraron inundaciones en varios puntos, coincidiendo con la marea alta. Uno de los más afectados volvió a ser, como ya sucedió hace varias semanas, el sótano del bar Moncho do Oslo, en donde el agua rondó los 20 centímetros de altura. Al lugar se movilizó una dotación del parque de Bomberos de Riveira, que empleó dos bombas de achique para solucionar el problema.
También acudieron efectivos del Grupo de Apoio e Emerxencias Municipal (GAEM) y un voluntario de Protección Civil que, al ver que los efectivos mencionados ya tenían la situación bajo control, se dirigieron a otros lugares con inundaciones, como sucedió en la Rúa Castelao. Allí, donde antes se acumulaba gran cantidad de arena sobre la calzada, estaba cubierto por un manto de aguas residuales que brotaban de los pozos de registro del alcantarillado al verse desbordada la capacidad de los colectores. Además, las rejillas para la recogida de aguas pluviales estaban completamente tupidas por la gran cantidad de residuos, sobre todo toallitas húmedas que la gente introdujo en la red de saneamiento al tirarlas por los váteres de sus domicilios y que fueron expulsadas del alcantarillado al verse este último desbordado al no poder asumir un gran caudal de agua.
Del mismo modo, la imagen que ofrecía la Rúa Sálvora también demostraba las carencias de esas conducciones, pues al verse desbordadas se levantaron las tapas de alcantarilla y las aguas residuales superaban incluso las aceras. Los efectivos del GAEM inspeccionaron también otros puntos de la localidad, en concreto de las parroquias de Castiñeiras y de Palmeira que se suelen inundar, pero no detectaron incidencias reseñables. La situación regresó a la normalidad varios minutos después de que dejase de llover y gracias a que el personal de los servicios de emergencias desatascaron las rejillas tupidas y otros sitios por donde podía desaguar el gran caudal acumulado sobre las carreteras.
Como dato significativo, el punto de observación meteorológica de Corrubedo recogió 4,1 litros por metro cuadrado en el mencionado intervalo de diez minutos de primera hora de la tarde de este miércoles. Se trató de un registro que incluso se superó unas horas antes, en concreto, a las 2 de la madrugada, con 6,1 litros por metro cuadrado. Sin embargo, a esta última hora no se registraron incidencias tan destacables como las mencionadas de horas más tarde.
