RIVEIRA-Empieza a cundir el desánimo en los sectores hostelero y policial al quedar libre de nuevo un delincuente común

El desánimo ha empezado a cundir entre los profesionales de los sectores hostelero y policial al comprobar que un delincuente habitual ha quedado nuevamente en libertad, después de ser detenido y pasar a disposición de la autoridad judicial. Los afectados señalan que la decisión de la jueza se ha producido pese a que consideran que está suficientemente probada su participación directa en los hechos delictivos, principalmente en los robos de la recaudación de las máquinas tragaperras de bares. Nombrar a Modesto estos días en los bares y ante efectivos policiales de Riveira se traduce en imágenes de desmoralización, lo mismo que sucede en Rianxo cuando oyen hablar de Servando, al que también sorprendieron en sustracciones por la capital barbanzana y en la vecina villa pobrense. Añaden que esta zona vuelve a estar bastante tranquila cuando esos dos individuos están fuera de circulación, al pasar una temporada entre rejas. Creen que las decisiones judiciales deberían tener en cuenta la alarma social que generan este tipo de personajes antes de dejarlos en libertad, y que si la legislación vigente no es lo suficientemente dura para castigarlos, debe modificarse de forma inmediata.
Diversas fuentes a las que ha tenido acceso este periódico señalaron que la última vez que Modesto dio con sus huesos en los calabozos de la comisaría riveirense fue hace tan sólo unos días, y se comprobó que estaba requerido por diferentes juzgados gallegos por cuatro asuntos delictivos. Fue un particular el que alertó de la presencia junto a un supermercado en el barrio de Abesadas de un individuo sospechoso en actitud extraña y que llevaba el rostro tapado con vendas. Efectivos de la Policía Nacional acudieron al lugar y comprobaron que el hombre llevaba la cara vendada, que hablaba como en rumano y que decía que no llevaba documentación encima para identificarlo. Sin embargo, uno de los agentes logró reconocerlo por los ojos, y fue detenido atendiendo a las requisitorias que había hacia su persona, además de que tenían pendiente su arresto tras lograr su identificación en un robo en un bar de la calle peatonal de Riveira.
El dueño de ese local manifestó que se vio afectado por tres robos en los que presuntamente participó Modesto y agregó que “a xente está moi queimada” y no descarta que algún día alguno de los afectados reaccionen en defensa de sus negocios contra este u otro amigo de lo ajeno, “aínda que logo sexamos algún de nós ao que metan no cárcere. Se o xuiz fose a vítima do roubo, ao mellor non tomaba a decisión de deixalo libre. Estamos fartos”, dijo otro hostelero contrariado.