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viernes | 19 abril | 2024
Después de una temporada en la que no se tuvo conocimiento de robos en viviendas y negocios de Riveira, la madrugada del jueves volvió a hacer saltar todas las alarmas al registrarse varios episodios de ese tipo en el casco urbano de Santa Uxía en los que los amigos de lo ajeno han dejado temblando algunos bolsillos de las maltrechas economías de los vecinos y empresarios. De hecho, en uno de los locales en los que entró un ladrón, cuya propietaria prefiere mantenerse en el anonimato por diversos motivos fáciles de entender, se llevó la nada despreciable cantidad de 2.000 euros. En otros negocios se marchó de vacío, ya fuese porque saltó la alarma o no había lo que buscaba, a buen seguro, dinero.
En uno de los negocios afectados, que se ubica en un entresuelo de la Rúa Nueve de Agosto, al que el ladrón accedió por el portal del edificio, posiblemente debido a que no cierra bien o porque alguno de los pulsadores del portero electrónico permite que se abra automáticamente. Pese a lo llamativo del suceso, en el que el caco reventó los bombines de las cerraduras de dos puertas de madera que dan acceso al local, y al despliegue policial que supuso, los residentes en ese edificio eran desconocedores por completo de lo ocurrido. Nada más enterarse, alguno de ellos no hizo más que exclamar: “¡estamos totalmente desprotexidos!”.
Otros dos de los locales afectados fueron sendas academias, una de informática -Mariño- y otra de clases particulares -Triskel-, ambas ubicadas en los bajos de la urbanización de la Praza dos Muiños. Según sus responsables, en ninguna de ellas echaron cosas de menos, además de precisar que ya no dejan ninguna cantidad de dinero. En el caso de la segunda, tomaron esa decisión después de que hace un par de semanas les entrasen a robar, revolvieran bastantes para levarse como botín una calculadora, dos bolígrafos plateados y diez euros en cambio. En ambos casos, los ladrones reventaron el bombín de las cerraduras, lo que hace pensar que pueda tratarse de la misma persona. Al parecer, la Policía Nacional, que está analizando pruebas recogidas, ya tiene algunas sospechas, que apuntan a un individuo que no salió hace mucho de prisión y que pueda necesitar dinero para droga.
