10º-22º
miércoles | 24 abril | 2024
La riveirense Purificación Sampedro lleva aguardando desde el 8 de julio de 2014 a que se ejecute una sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia Número 3 de Riveira en la que, entre otras cuestiones, se acuerda la atribución del domicilio familiar en favor de ella y de la hija que tuvo con su expareja, con quien convivió durante 11 años y del que se separó, y de la que se le reconoció la custodia. Sostiene que desde entonces, el proceso se ha ido demorando por la interposición de hasta tres alegaciones por parte del padre de su niña más pequeña, y en cuyos cuidados se está volcando. Además, sostiene que desde finales de noviembre pasado no se ha movido un papel en este proceso.
Es por ello que hace un llamamiento para que la autoridad judicial tome una decisión sobre su caso para salir de la delicada situación en la que se encuentra, principalmente su hija. Añade que es consciente de que dicho juzgado tiene una abrumadora carga de trabajo y que puede haber bastantes sentencias y procedimiento por resolver, pero entiende que su caso debe ser prioritario en relación a otros, pues se está hablando de una menor de edad como “bien jurídico más necesitado de protección”. Es por ello que esta vecina solicita que se agilice dicha resolución, pues de esa manera le permitiría mejorar no sólo su situación, sino de la de la niña.
Purificación Sampedro indicó que desde que se separó de su anterior pareja, se fue a vivir a un piso de alquiler en el centro de Riveira y por el que tiene que pagar un alquiler de 300 euros, por lo que le queda muy poco de la prestación social de 426 euros que percibe. Añade que el resto lo destina en gran parte al pago del consumo de electricidad, pues el piso que habita es muy frío y húmedo, y tiene que poner a funcionar varios aparatos para minimizar esa situación. Precisó que cuanto antes se pueda ir a vivir al domicilio familiar podrá destinar los 300 euros que abona de renta a la atención que se merece su hija de nueve años.
