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martes | 23 abril | 2024
En respuesta a una reiterada demanda por parte de los propietarios y amantes de los perros, el Ayuntamiento de Riveira solicitó esta semana al Servizo de Conservación da Natureza, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, la autorización pertinente para habilitar a partir de este verano dos playas del municipio, en concreto las de Area Basta y Couso, como arenales en los que se permita la presencia de canes acompañados de sus usuarios. Se trata de dos zonas del litoral riveirense ubicadas en la parroquia de Aguiño, en concreto, en las inmediaciones de la fábrica de pescado congelado Ángel López Soto.
Según indicaron fuentes municipales, los criterios por los que se seleccionaron estas dos zonas costeras fueron, por un lado, que son poco frecuentadas tanto durante el invierno como el verano y, por otro, que no les resulta de aplicación el Plan de Conservación da Píllara das Dunas con las restricciones que la presencia de las aves conlleva, como sucede en otros arenales alternativos, como son los casos de Espiñeirido, Balieiros, Anguieiro, Penisqueira o Celeiráns, entre otros.
La decisión por parte del Ejecutivo presidido por Manuel Ruiz de habilitar las playas de Area Basta y de Couso como aptas para los perros proviene de que en los últimos tiempos se ha detectado una demanda cada vez mayor por parte de los dueños de este tipo de animales que se interesaron por disponer de algún espacio litoral donde disfrutar con los perros sin que por ello ocasiones molestias a otros usuarios de las mismas. La playa de Area Basta tiene una extensión de 125 metros de largo por otros 50 metros de ancho, mientras que la superficie de la de Couso es de 220 por 10 metros, y ambas forman parte de un conjunto de playas, como Penisqueira, Celeiráns y Rego das Cargas, que son de reducido tamaño, aisladas y con escaso interés turístico al sur del municipio riveirense.
Las primeras reacciones de dueños de perros no se han hecho esperar tras conocer las intenciones del Concello, y reciben con satisfacción que se atendiera su solicitud. Los que residen en núcleos próximos a esos lugares y que llevan a pasear a su animales por esos entornos creen que, a partir de que se autorice la presencia de perros en esas playas se pueden saturar y perderán la tranquilidad que atesoran.
