Roban en el bar Rompeolas, al que le retiraron la alarma pues iba a echar el cierre

Desesperación. Ese era ayer el sentimiento más extendido desde primera hora de la mañana en los sectores hostelero y comercial de Riveira tras tener conocimiento del robo registrado de madrugada en el bar Rompeolas, en el parque García Bayón. Las sospechas sobre la autoría no se hicieron esperar y apuntaron a un delincuente habitual que quedó en libertad tras pasar por los juzgados por otra sustracción. Algunos empresarios ya se temían que iba a robar de algunas de estas últimas noches, pues lo vieron bastante necesitado de dinero. Incluso estuvo mendigando en la vía pública y entrando en establecimientos para pedir “muy educadamente, 20 céntimos para el autobús”, dijeron.
En el robo del Rompeolas, el ladrón levantó la persiana metálica, que estaba sin cerrar con llave, y abrió una ventana. Una vez dentro, forzó la tragaperras y la máquina de tabaco, de las que se llevó la recaudación, aún por cuantificar, pero podría que superar los 1.000 euros. El dueño del negocio se percató de lo sucedido al abrirlo a las 9.30 horas y ver los cajetines de la tragaperras en el suelo. Avisó a las fuerzas de seguridad, que acudieron de inmediato con una patrulla, y a las 11.00 horas lo hizo la Policía Científica para recoger huellas y pruebas.
Se da la circunstancia de que el Rompeolas es un local hostelero del que se hizo cargo hace meses el citado empresario, quien reconoció que después de una temporada abierto las cosas no van bien y va a echar el cierre estos días. De hecho, el viernes acudieron técnicos de la empresa con la que contrató el sistema de alarma para retirar y llevarse los equipos.
Empresarios coinciden en señalar que, aunque puede que haya más que tres ladrones que los tres que la Audiencia Provincial dejó libres, están convencidos de que mientras esos individuos anden sueltos no podrán descansar tranquilos. Añadieron que si fueran los propios jueces las víctimas tomarían otras decisiones, por lo que los responsabilizarán de lo que les ocurra si no toman medidas con ellos, pues la alarma social que generan es enorme.