Ruiz remite el conflicto del botellón en Corrubedo a la Policía Local, que carece de efectivos para controlarlo

Ruiz remite el conflicto del botellón en Corrubedo a la Policía Local, que carece de efectivos para controlarlo
Una farola del alumbrado público explotó hace un año durante un botellón | Cedida

La denuncia de residentes en el entorno de la playa del Prado, en Corrubedo, sobre las consecuencias de la celebración de botellones multitudinarios en esa zona, con molestias, suciedad, peleas, vandalismo, destrozos y otros perjuicios tuvo respuesta del Ejecutivo presidido por Manuel Ruiz. Tal es así que ha dado traslado de los escritos presentados por los afectados a la Policía Local para que controle la situación y adopte las medidas necesarias para evitar que se sigan produciendo. Pero, el problema con el que se tropieza es la escasez de efectivos en la plantilla policial para poder atender esa incidencia, pues aunque pudiera acudir la patrulla que esté de servicio sería insuficiente para hacer frente a la gran aglomeración de personas, que en algunas ocasiones rondó las 200, como indicaron los perjudicados.
El Concello ribeirense también comunicó las quejas de esos escritos a la empresa encargada de la limpieza viaria para que aumente la frecuencia de ese servicio. Los residentes próximos a la playa del Prado indicaron que la basura esparcida no es el problema más grave, pues la concesionaria acude con bastante frecuencia a limpiar, pero subraya que lo que hay que evitar es que esos residuos se arrojen en zonas urbanas pobladas. Es por ello que señalan que si se quiere permitir el botellón que se haga en espacios alejados de núcleos de población, como ya hicieron en ciudades como Santiago y Pontevedra y municipios turísticos más pequeños, pues si se les deja en donde lo hacen actualmente se seguirán repitiendo las molestias, incluso llegando a rodear alguna de las casas, causándoles graves perjuicios.
Añadieron que los actos vandálicos afectaron a bienes públicos y privados, precisando que en agosto del año pasado arrojaron piedras que alcanzaron el tejado de algún domicilio, arrancaron el foco de exterior de luz de una casa y otro perteneciente al alumbrado público sufrió una fuerte explosión, dejando sin luz a parte de la Rúa Torreiro. Añadieron que participantes en esas aglomeraciones de jóvenes que se prolongan hasta la madrugada se producen ruidos y golpes en los cristales de las ventanas, voces risas, riñas y peleas que impiden el descanso y ocasionan el temor de que haya una desgracia. “Nos producen intimidación y miedo los comportamientos descontrolados, desenfrenados e incívicos, así como representan una amenaza a nuestra integridad física y a nuestros bienes y a los de carácter público y de tipo higiénico-sanitarios, de salubridad y suciedad por vómitos, orines y restos de bebidas alcohólicas agujas, vasos de cristal rotos”, señalaron los afectados. l

Ruiz remite el conflicto del botellón en Corrubedo a la Policía Local, que carece de efectivos para controlarlo

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