Una sonrisa dibujada en el cielo y en la tierra

Entre las nueve y las once de la mañana de ayer pareció detenerse el mundo en la comarca barbanzana a cuenta del eclipse parcial de sol que se produciría en ese intervalo de tiempo. Numerosos vecinos asomados a las ventanas de sus casas, en las playas, los paseos marítimos y los puertos para ver como la luna pasaba por delante del astro rey, llegando a taparlo y dejando dibujada una sonrisa en el cielo, así como la que se podría apreciar en los rostros de cuantos lo observaban desde tierra firme.
También hubo quienes se sumaron a la actividad programada por la asociación astronómica Cielobarbanza, que se realizó desde un lugar ubicado entre A Curota e Iroite que algunos hacen llamar como observatorio Cosmos, y en donde se dieron cita unas 200 personas. Sobresalió la presencia de muchos niños, que acudieron junto a una representación de las asociaciones de padres de alumnos de los colegios pobrenses Fernández Varela y Pilar Maestú Sierra. Se habían apuntados alrededor de 200 personas de estos dos colectivos, que se pusieron en contacto con la entidad organizadora y compraron las gafas para poder verlo sin dañar la vista. Pero, al final, no fueron tantos, pues algunos prefirieron ver el eclipse desde el nivel del mar o bien se quedaron en el mirador de A Curota, ya que no eran capaces de localizar el punto de encuentro.
Muchos de ellos dijeron que recordarán este momento como único, pero también por la gélida temperatura, pues algunos llegaron a decir que la sensación de frío fue mayor que cuando van a la nieve, y las fuertes rachas de viento que azotaron durante esa observación astronómica.