Sospechan que Chiclé depositó a Diana en una caseta antes de arrojarla al pozo

Los investigadores de la Guardia Civil que llevan el caso de la desaparición y muerte de Diana Quer sospechan que el autor confeso del crimen, el rianxeiro José Enrique Abuín Gey, “O Chiclé”, la depositó previamente en una caseta anexa a la fábrica-almacén de Asados, en donde posteriormente la arrojó a un aljibe, en el que su cuerpo permaneció sumergido en agua durante casi 500 días.
Así lo creen después de que los análisis realizados a los restos biológicos recogidos en la inspección ocular realizada en pasado 11 de enero revelasen que algunos de los que se hallaron en ese galpón, concretamente en donde la última empresa que funcionó en esa nave -Muebles Maite Rial- tenía maquinaria de carpintería para arreglar ese tipo de enseres, se corresponden con la joven madrileña, tal y como reveló ayer este periódico.
Algunos vecinos del entorno de dicha nave indicaron que “O Chiclé” conocía muy bien esas instalaciones de Asados, pues había trabajado en ella durante una temporada, cuando funcionaba como fábrica de gaseosas.
Además, señalaron que en la caseta había cartones en las fechas en que desapareció Diana Quer hasta que se procedió a su limpieza y retirada de muebles para poner esa nave más presentable para alquilarla o venderla. Añadieron que Enrique Abuín pudo echar mano de esos cartones para cubrir el cuerpo de su víctima y ocultarlo hasta que decidió lo que hacer finalmente con él. Por eso, a estos residentes de Asados no les extraña que hubieran aparecido restos biológicos de la malograda Diana Quer en ese sitio concreto, colindante a la nave principal.
Lo que por el momento no ha trascendido es cuándo se produjo el traslado del cadáver desde donde estaba oculto en esa caseta hasta el pozo de la nave principal de la que fue fábrica de gaseosas La Pitusa -posteriormente reconvertida en el almacén de muebles-, pero no se descarta que lo hiciera al día siguiente una vez que se hizo con el material necesario, principalmente dos bloques de hormigón y cuerda, para poder sumergirla en el agua de un aljibe de unos diez metros de profundidad, situado en el sótano de la referida nave en el lugar de Somoza, en la parroquia de Asados. l