11º-26º
sábado | 20 abril | 2024
El Club Deportivo Unión no gana para disgustos en los últimos meses con los amigos de lo ajeno que, en la madrugada del sábado, volvieron a entrar en el campo de fútbol de hierba artificial de Vilas, en la parroquia de Asados, y se llevaron un botín valorado en 700 euros. Con este nuevo asalto a esas instalaciones deportivas ya son tres los episodios del mismo tipo desde mayo pasado y que no hacen más que debilitar aún más la ya maltrecha economía de este humilde equipo de fútbol rianxeiro.
La exigua economía del Unión se resiente con este hurto, que el club califica de “chiquillada”
Pero, a diferencia de lo ocurrido en las dos ocasiones anteriores, en que los cacos causaron desperfectos, como fue el caso de la valla perimetral, ahora no rompieron nada, pues contaban con las llaves de las puertas que se llevaron en el robo del pasado 7 de noviembre. Por aquel entonces aparecieron algunas llaves esparcidas por el lugar, pero no sucedió igual con otras de las que nunca más se supo, aunque desde entonces no se cambiaron las cerraduras. La directiva del club le trasladará una solicitud al Concello para que lo haga en breve. Debido a que esta vez no forzaron nada, a los autores de los hechos tan sólo se les podrá imputar un delito de hurto, en caso de que sean detenidos.
Quienes se percataron de lo ocurrido fueron los integrantes de los equipos de las categorías base al llegar al campo de fútbol en torno a las nueve menos cuarto de la mañana y comprobar que las puertas de la cantina y de las oficinas estaban abiertas. Alertaron a la Policía Local, que se desplazó al lugar y elaboró un informe de lo ocurrido, completado con varias fotografías.
Según informó el presidente del Unión, José Gey, de la cantina se llevaron unos 100 euros en metálico que, aunque no es habitual, dejaron en un cajón para usarlos este fin de semana en los partidos de competición. Los ladrones también sustrajeron 8 cajas de refrescos valoradas en 200 euros y otras tres de conservas selectas que sortean entre el público en los descansos y cuyo valor ronda los 300 euros. Añadió que aunque las oficinas no estaban revueltas, a diferencia de noviembre, se llevaron diverso material de limpieza valorado en 100 euros. Una vez que el club cierre el informe de lo sustraído, Gey tiene previsto presentar mañana la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Rianxo, que irá acompañada del atestado policial.
José Gey manifestó ayer a este periódico que sigue pensando que lo ocurrido no es más que una “chiquillada”. Sin embargo, la reiteración de este tipo de hechos hace que las arcas del club se resientan cada vez más. Anunció que tendrán que echar mano de los recortes. Seguirán atendiendo los compromisos adquiridos con la plantilla, los entrenadores y el resto del personal, pero que tomarán medidas como que en lugar de viajar los jugadores en autobús tendrán que agruparse en vehículos particulares.
