Una vecina se sorprende por el gran tamaño de las naranjas que cultiva

Una vecina se sorprende por el gran tamaño de las naranjas que cultiva
maría seráns muestra orgullosa el tamaño de varias naranjas chechu río

Hablar de naranjas es hacerlo casi siempre de Valencia. Sin embargo, estos días no hubo que abandonar O Barbanza para que estas frutas adquirieran un protagonismo especial por su gran tamaño. Tal es así que incluso ha llamado poderosamente ña atención de la dueña de la huerta en la que está plantado el árbol, María Seráns Santiago, de 78 años y natural de Palmeira, pero residente en Casanova (A Pobra) desde hace 47 años, y de los vecinos de los alrededores. Una de esas piezas alcanzó un peso de 700 gramos, mientras que otra supera los 625 gramos, cuando la media de la mayoría de las naranjas se sitúa por debajo de la mitad. Ello ha hecho que estos días esté muy orgullosa, “pois nunca na vida vira algo semellante”, manifestó la dueña.

María Seráns señaló que lo plantó hace casi una década y en todo este tiempo nunca le habían salido naranjas de tal peso y tamaño. Lo que no se esperaba era que cuando le echó el bastón a una de las naranjas que estaban en la copa del árbol iba a salirle una tan grande. Añade que algo bueno debe tener el terreno donde está plantado el naranjo pues recuerda que antes cultivaba tomates, judías y cebollas que también alcanzaban un tamaño muy superior a lo normal. Esta mujer afirma que la tierra es muy mala de trabajar, pues se encharca demasiado, pero a la vez dice que el esfuerzo que realiza preparándola tiene su recompensa, “pois, polo que se ve, é moi produtiva”.

Esta pobrense está convencida de que las naranjas de gran tamaño y peso pueden ser de las que dejó sin recoger del año 2011, “pois din que o laranxo se alimenta das laranxas que quedan”. Pero, algo especial tuvo que suceder en esta ocasión, pues lo hizo en años pasados y nunca alcanzó ese resultado. Sospecha que al venir tan lluviosos el otoño e invierno contribuyó en buena medida al crecimiento. Puede que tenga su secreto y no quiere desvelar, como el de la Coca Cola. Lo que si es cierto es que desde la ventana de la cocina y a pie del terreno las mira con mucho cariño.

Una vecina se sorprende por el gran tamaño de las naranjas que cultiva

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