La Valedora da 30 días al Concello para incluir la “b” en el topónimo de Ribeira

El Concello dispone de un plazo de 30 días para incluir la “b” en el topónimo oficial de Ribeira, admitiendo así la queja presentada por el grupo municipal del BNG, en la que acusaba al gobierno local de “incumprir a lexislación”.
En un escrito remitido al Ayuntamiento, la valedora do Pobo incide en que “a primeira obriga do Concello é acatar a lexislación vixente, que establece unha grafía específica con “b” sobre a base do estudo científico e dun criterio técnico”.
La institución se adelanta así a la contestación prevista por el gobierno local, que pasa por remitir el acuerdo plenario en el que se aprobó el encargo de un estudio sobre el vocablo Riveira, que determinaría si finalmente se escribe con b o con v.
Desde el gobierno local insisten en que si se acredita que hubo una castellanización o una deturpación del topónimo, aceptará que se escriba con b. Sin embargo, en caso contrario, el ejecutivo que preside Manuel Ruiz propondría a la Xunta que la nomenclatura oficial del municpio fuese con v.
Pero el escrito de la valedora do Pobo, desvelado ayer por el BNG en una rueda de prensa, es contundente al dirigirse al concello remarcando que “se dea exacto cumprimento ao disposto na lexislación de utilizar a forma oficial do topónimo, en todas as súas actuacións”.
El BNG estudia medidas
Por esta razón, el Bloque advierte de que estará “vixiante” para que se cumplan los plazos establecidos por la institución y en el caso de que el gobierno local “continúe vulnerando as leis”, la formación nacionalista “estudará outro tipo de medidas máis contundentes”.
Sobre este particular inciden en que “non lles vai a tremer o pulso para rematar cun capricho persoal que promove a ignorancia e a división social da veciñanza ribeirense”.
El concejal nacionalista Luís Pérez Barral se congratula de que la valedora dé la razón, lo que demostraría que “no BNG facemos un traballo serio, rigoroso e con argumentos fronte quen bota man de desculpas insostíbeis para seguir desprezando o galego e a súa toponimia”.
Mientras, el gobierno local mantiene su intención de encargar el estudio y ya contactó con Daniel Bravo Cores o Xosé María Fernández Pazos, además de trabajadores del Concello como el arhivero municipal o el responsable del museo.