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sábado | 20 abril | 2024
El carnaval es una fiesta que se celebra en muchos países católicos durante los últimos días y horas antes de la Cuaresma. La derivación de la palabra es incierta, aunque posiblemente se remonta al latín medieval carnem levare o carnelevarium, que significa "quitar la carne".
Esto coincide con el hecho de que el carnaval es la fiesta que se celebra justo antes del comienzo de los austeros 40 días de Cuaresma, durante los cuales los católicos romanos tenían que ayunar y abstenerse de carne, junto con otras prácticas ascéticas.
En nuestros días, la Cuaresma es una práctica cristiana ya olvidada, sin embargo, lo que si se ha mantenido es la fiesta y el jolgorio que la precede, la fiesta de carnaval.
Cada país tiene su forma de celebración. Por ejemplo, en Einsiedeln, Suiza, se usan máscaras de demonio y se tocan grandes campanas para expulsar a los espíritus malignos y anunciar el final del invierno en vísperas de la Cuaresma y la primavera.
En nuestro país, es tradición comprar disfraces para carnaval y salir de fiesta disfrazados, siendo los más destacables los carnavales de Cádiz y los de las Islas Canarias.
Pero está claro que en su larga historia, el carnaval ha desempeñado un papel importante en el desarrollo del teatro popular, la canción vernácula y las danzas folclóricas.
El carnaval que se celebra en Río de Janeiro es el más grande y popular en el mundo, un vasto festival nacional que combina elementos eróticos de la música, el baile y los famosos disfraces de carnaval de Río.
Las características únicas del carnaval brasileño están enraizadas en un choque cultural entre los portugueses y los africanos. Los blancos trajeron el festival de Europa, y los negros tenían sus ritmos, música y movimientos de baile.
Poco a poco, se creó la tradición de acudir una vez al año a las calles para celebrar una fiesta juntos. Estilos musicales y otras costumbres fusionadas en el tiempo.
Fundamentalmente, el origen del carnaval brasileño es en gran parte el concepto de "pretender". Las convenciones sociales se obvian, y es solo en estos pocos días del año que se permite la liberación de las apariencias, y pretender ser algo o alguien más.
Los pobres pueden usar disfraces caros, los ricos pueden mezclarse con la gente común en las calles, los hombres pueden usar ropa de mujer, las mujeres pueden llevar apenas ropa. Durante el carnaval de Brasil, las opciones son ilimitadas.
El carnaval es una oportunidad legítima para liberarse por completo y olvidar todos los problemas cotidianos. Básicamente, el carnaval es un escape temporal hacia un mundo de fantasía.
Los trajes y disfraces desempeñan un papel clave en cualquier carnaval, pues agregan la especia y el color a las celebraciones, seduciendo a los espectadores en los desfiles con sus diseños sensuales y vigorizantes.
Sin embargo, los disfraces son más que solo espectáculo; juegan un papel importante en los desfiles de carnaval.
Los trajes están meticulosamente elegidos por cada Escuela de Samba, una parte crítica del espectáculo. Una vez que el tema ha sido decidido, entonces es responsabilidad de la escuela diseñar y producir los disfraces.
La mayoría de ellos están confeccionados a mano, con todos los detalles, lentejuelas y plumas cuidadosamente cosidas. Los trajes son coloridos, con tocados deslumbrantes y accesorios extravagantes.
La desnudez está estrictamente prohibida, aunque las bailarinas de samba traspasan los límites llevando minúsculos bikinis con joyas apenas visibles, pero aún así aparecen con enormes piezas en la cabeza. El efecto general es sobresaliente.
Durante el desfile, las actuaciones se dividen en lo que se conoce como alas o secciones, con las alas de cada escuela que representan un cierto papel.
Los turistas también pueden comprarse unos disfraces eróticos online, y participar en esta parte del desfile, dejándose llevar por los palpitantes ritmos de samba y una multitud de bailes eufóricos.
Por último, se elige a la Reina del Carnaval. Este acto está bajo la atenta mirada de los jueces, y requiere ensayos dedicados y aprenderse las canciones de memoria. Los disfraces para esta parte del desfile cuestan entre 900 y 10.000 euros.
Las fiestas en la calle no tienen unas pautas de vestir obligatoria, más allá de disfrazarse conforme a la fiesta.
Las elecciones más populares son trajes de policía, marinero, indio, vaquero y pirata.
Hace mucho calor en el verano de Río, y se hace más intenso al estar rodeado de una gran multitud; además, el carnaval se trata de ser sexy y divertirse. Los atuendos son opcionales, sin embargo, la mayoría de las personas usan colores brillantes, purpurina, pintura para la cara o accesorios vibrantes.
