Minicréditos: una solución económica rápida y llena de ventajas

Minicréditos: una solución económica rápida y llena de ventajas
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La creciente variedad de necesidades de la sociedad actual ha hecho que las grandes compañías deban amoldarse a los tiempos cambiantes y ofrecer algo acorde a la demanda del público. Ocurre en multitud de ámbitos y sectores pero, en el ámbito económico, es algo que ha quedado totalmente patente con la generación de nuevas figuras en lo referente a créditos.

Hace unos años era impensable realizar una llamada y contar con una inyección económica en cuestión de segundos, minutos o, como mucho, horas; como tampoco lo era pensar en hacer lo mismo usando un ordenador o un smartphone. Esto ahora es posible gracias a esta evolución de la que hablamos, la misma que ha propiciado la aparición de productos tan innovadores y necesarios como son los minicréditos.

Su cometido es simple. A través de un procedimiento la mar de sencillo, ofrecen al consumidor una cantidad de dinero reducida, pero pensada para aportar una solución rápida a problemas económicos emergentes e inesperados. Una avería importante o incluso una multa, cualquier gasto repentino que requiera de una respuesta rápida y que pueda traer complicaciones.

A diferencia de antaño, estos créditos reducidos renuncian a las largas esperas, a los complejos trámites burocráticos y cualquier engorro. Están pensados para traer algo directo al consumidor, para tenderle esa mano para salir del paso sin problemas y con tranquilidad.

Y no exageramos, sus ventajas son muchas y muy importantes en comparación con los préstamos más tradicionales. A continuación vamos a enumerar las principales, para remarcar por qué se están convirtiendo en algo cada vez más solicitado y, a la vez, por qué están demostrando que son totalmente útiles y fiables.

Las ventajas de los minicréditos

Trámites simples y rápidos

Cuando el interesado procede a solicitar un minicrédito no tiene que hacer largas esperas ni andar de un lado a otro concertando citas para hablar con representantes y tratar de negociar el préstamo. Lo de dar vueltas recopilando documentación para la entidad de turno es algo que ha quedado totalmente anclado al pasado, sobre todo cuando se trata de realizar una solicitud online a través de WannaCash.es, comparador de referencia en este ámbito.

Ahora, lo único que necesitas es tu DNI y rellenar una pequeña cantidad de información básica y absolutamente necesaria para que la financiera pueda concederte el dinero. Puede que haga falta una nómina o algo más, aunque es algo que depende de la compañía que se encargue de la concesión. Afortunadamente, el proceso es algo que se puede realizar en apenas unos minutos, sin tener que realizar aplazamientos de ningún tipo y con una pronta respuesta.

Velocidad de respuesta

Lo hemos escuchado infinidad de veces, pero es un hecho. Con una simple llamada puedes saber si te conceden un minicrédito en cuestión de segundos. Si nos movemos al ámbito digital y comprobamos lo mismo con el portal online de cualquier entidad, ocurre lo mismo. Una vez realizado el simple proceso de solicitud, se recibe una respuesta en cuestión de segundos y, como mucho, de minutos.

Tras esto, si se aprueba la solicitud realizada, el dinero puede llegar en minutos u horas. El plazo máximo para este tipo de créditos es de unas 24 o 48 horas, nunca más. La finalidad de este límite superior es poder ofrecer al cliente algo rápido para situaciones urgentes, para gastos imprevistos que requieran un pago inminente y sin tiempo para maniobrar con mayor calma.

Compatibles con ASNEF

En caso de haber tenido cualquier incidencia con una compañía que te haya llevado a formar parte de las listas de ASNEF (algo que, en ocasiones, ocurre por los motivos más absurdos e injustos), los problemas por solicitar un préstamos también desaparecen. Las financieras que otorgan minicréditos contemplan esta posibilidad y, conscientes de la importancia que supone contar con una inyección económica de este tipo, se prestan a concederlos sin poner pegas.

El solicitante, eso sí, ha de aportar algún documento que justifique unos ingresos constantes y sirva para que la entidad financiera corrobore que puede pagar, que es solvente. En estos casos, basta con un justificante de ingresos o algo similar, ya que la nómina deja de ser obligatoria. Efectivamente, se pueden solicitar minicréditos sin nóminas ni papeleos complejos.

Hay más puntos a favor de este producto económico, pero estas son las principales referencias que lo convierten en algo a tener muy en cuenta en caso de toparse con un imprevisto económico. Rápidos, cómodos, efectivos y sin ningún atisbo de complicación. Podríamos decir que el único “pero” que tienen es que la mayoría no se salva de intereses ni costes adicionales por gestiones. Aunque eso ya es algo completamente estandarizado y extendido a todos los créditos, pequeños, grandes, rápidos o lentos.

Minicréditos: una solución económica rápida y llena de ventajas

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