Ni miopía, ni hipermetropía, ni astigmatismo, ¡opérate con láser!

Ni miopía, ni hipermetropía, ni astigmatismo, ¡opérate con láser!
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Aquellas personas que usan gafas y lentillas, pueden prescindir de ellas realizándose una operación de miopía, hipermetropía o astigmatismo. Por suerte se trata de una operación rápida y eficaz, que da la posibilidad al 95% de los pacientes de alcanzar una visión mejor que la obtenida con las gafas y lentillas.

Con las operaciones de cirugía refractiva corneal se pueden corregir defectos de visión a través de diferentes técnicas láser, modificando de forma permanente la curvatura de la córnea, lo que permitirá que las imágenes se enfoquen en la retina correctamente.

¿Sabías que puedes operarte de la vista con una segura operación realizada con técnicas láser?

Las técnicas láser para la corrección de defectos refractivos llevan más de dos décadas siendo utilizadas con éxito. Además, la segunda y tercera generación, Intralasik o Femtolasik, y Relex Smile respectivamente, han permitido mejorar la precisión y seguridad de las mismas, adaptándose con precisión a la topografía corneal. Son técnicas 100% láser que no utilizan cuchillas manuales para hacer el corte corneal o flap, y permiten corregir mayores graduaciones, y tratar las aberraciones cornéales en aquellos casos en los que sea preciso.

 

Estas son las ventajas que encontrarás tras la operación

La operación de miopía, hipermetropía o astigmatismo presenta varias ventajas, entre ellas las siguientes: mejora la calidad de visión y proporciona independencia de gafas y lentillas en situaciones diarias, como maquillarse o hacer deporte.  Asimismo evita complicaciones asociadas al mal uso o abuso de lentillas; y permite también ejercer profesiones que requieren una visión óptima, como es el caso de policías, pilotos o bomberos.

Requisitos para la operación de miopía, hipermetropía o astigmatismo

Para ser operado de miopía, hipermetropía o astigmatismo, hay que cumplir los siguientes requisitos generales: ser mayor de edad; no haberse aumentado el número de dioptrías a lo largo del último año; y tener buena salud ocular. Esta última debe ser determinada por el cirujano oftalmólogo tras una consulta de evaluación que comprende numerosas pruebas.

Los usuarios de lentes de contacto tienen que realizar un descanso de dos semanas antes de hacerse las pruebas previas a la operación, dado que la córnea tiene que recuperar su forma natural. Antes de la operación, deben tener un descanso de cuatro semanas.

De forma general, la miopía se puede operar con cirugía refractiva en aquellos pacientes que tienen hasta 8 o 10 dioptrías. La hipermetropía se puede operar hasta las 6 o 7 dioptrías, y el astigmatismo hasta las 5 o 6, dependiendo siempre del grosor y curvatura de la córnea y de la prescripción del cirujano, que deberá dominar todas las técnicas quirúrgicas y prescribir la más adecuada en cada caso.

Técnicas que se utilizan en la cirugía refractiva

Existen distintas técnicas:  Lasik (Laser assisted in Situ Keratomileusis), que permite corregir los defectos refractivos a través de un láser excimer que moldea el espesor de la córnea. Esta es la técnica más extendida. En primer lugar se separa una pequeña capa (flap) de la córnea, utilizando una cuchilla quirúrgica llamada microqueratomo. Después se aplica un láser excimer para moldear el estroma corneal (interior) y corregir los defectos visuales que presente el paciente.

Por otro lado está el Intralasik, un proceso evolucionado de la técnica Lasik, pero que se realiza integralmente con tecnología láser, y sin realizar el corte del flap en la córnea manualmente. Esto permite una mayor seguridad y precisión. Con un láser de femtosegundo (esto es, la milbillonésima parte de un segundo) se consigue crear un flap en la córnea absolutamente personalizado, ya que se puede programar en dimensiones, grosor y posición, permitiendo repetir en el momento el corte en caso de que este esté incompleto. Gracias a la tecnología Intralasik se evitan posibles problemas en la creación del flap, dado que esta permite un mayor control y precisión cuando este se realiza.

El PRK (Queratectomía fotorrefractiva) es una técnica con la que no se crea un plan corneal como con Lasik o Intralasik, sino que se retira el epitelio corneal con una solución alcohólica. Ya posteriormente, se aplica el láser. Dicha técnica está indicada para pacientes con córneas de escaso espesor, a las que no se puede aplicar Lasik; pacientes que sufren de ojo seco; pacientes que practican deportes de contacto; aquellos que ejercen profesiones con riesgo de golpes o escasa graduación. Con esta técnica, la recuperación es más lenta.

Finalmente, la técnica SMILE, que es la más avanzada en cirugía corneal, consiste en crear con un láser de femtosegundo una lámina corneal, que se extrae mediante una incisión de 2 milímetros, para corregir la miopía y el astigmatismo. Próximamente podrá corregir también la hipermetropía.

Cuando hay una graduación muy elevada o córnea fina en la que no puede aplicarse el láser, existe la posibilidad de implantar lentes intraoculares fáquicas, que quedan por delante o por detrás del cristalino en el caso de los pacientes jóvenes (depende del tipo de lente elegida), o lentes pseudofáquicas que sustituyen al cristalino cuando se trata de pacientes de más edad.

 

Ni miopía, ni hipermetropía, ni astigmatismo, ¡opérate con láser!

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