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miércoles | 24 abril | 2024
A muchas personas parece que les ha picado el “gusanillo” del surf. Y es que este deporte ha experimentado un increíble auge durante los últimos años. La industria del cine ha tenido mucho que ver en esto, ya que muchas películas muestran como los surfistas “cabalgan” las olas y sienten como la adrenalina recorre cada centímetro de su cuerpo.
La persona que quiera practicar surf debe trabajar su equilibrio y sus reflejos. Para conseguirlo hay que comenzar practicando la postura sobre la arena, y posteriormente meterse en el agua y subirse a la tabla todas las veces necesarias hasta dominar la técnica. En esta labor adquieren un papel muy importante las escuelas de surf, ya que gracias a sus clases todo este proceso será mucho más fácil y efectivo.
Para practicar surf es necesario disponer de los siguientes materiales: un traje de neopreno, una tabla de surf y la parafina. Evidentemente, la tabla de surf es un elemento imprescindible para llevar a cabo este deporte. Desde el primer momento el usuario debe familiarizarse con ella.
En el mercado existen varios tipos de tablas, por lo que el surfista debe elegir aquella que se adapte a sus necesidades. Si es principiante, la tabla de espuma es su mejor opción, ya que es bastante grande, flota bien y tiene la punta redonda. Todo esto hace que el individuo esté más estable cuando se sube a la tabla, pudiendo navegar por las olas sin sufrir tantos golpes.
El traje de neopreno protege al surfista de las bajas temperaturas, además de los golpes y los rasguños, por lo que la experiencia será todavía más agradable. Según la época del año se debe elegir un traje u otro. En invierno se recomienda que sea largo y grueso, en cambio en verano es preferible que sea corto y fino.
Para evitar que el surfista se resbale de la tabla, se le suele aplicar a esta una capa de parafina. Se trata de una especie de cera, existiendo en el mercado varios tipos. Para elegir la más adecuada se ha de tener en cuenta la temperatura del agua. El Grip puede sustituir o complementar a la parafina, ya que se trata de una especie de goma que se pega a la tabla de surf y cumple su misma función.
Debido al aumento del número de personas que desean aprender este deporte, se han abierto muchas escuelas de surf para cubrir esta gran demanda. Estas imparten clases que se adaptan al nivel de sus alumnos, dividiéndose normalmente en cursos de surf iniciación, intermedio y avanzado.
El alumno debe tener paciencia, ya que evidentemente no se convertirá en un experto surfista en un solo día. Por lo tanto, debe ser constante y no darse por vencido aunque no haga grandes avances. El individuo tiene que seguir practicando y comprobará cómo va mejorando progresivamente.
El principiante debe escoger olas que no sean grandes ni potentes. De esta forma podrá realizar maniobras sobre la tabla más fácilmente. Elegir un horario adecuado también es muy importante. Se aconseja evitar aquellas horas en las cuales haya más gente en la playa para mayor tranquilidad del surfista.
Es preferible no adentrarse en el mar y comenzar cogiendo solo espuma. Con la práctica el aprendiz acabará dominando la técnica, llegando a convertirse en todo un experto.
Muchas de las personas que comienzan a surfear, lo hacen porque desean parecerse a esos surfistas que suelen ver durante sus vacaciones navegando las olas. Y es que estos profesionales hacen que el surf parezca tan sencillo, que cuando el principiante descubre que se trata de un deporte muy disciplinario, a veces desea tirar la toalla.
Sin embargo, todo es cuestión de práctica y en ningún momento se debe tener prisa. Durante el tiempo que transcurre entre que el usuario inicia sus clases hasta que se convierte en todo un profesional, tiene que intentar divertirse y disfrutar de cada momento.
Es preciso observar el mar antes de coger la tabla y entrar en él para practicar surf, ya que puede llegar a ser muy peligroso si se no se tienen en cuenta algunos factores. Hay que tener presente que el usuario se puede llevar algún que otro susto, y que esto haga que le coja miedo al mar, lo cual le conllevaría a dejar de practicar este increíble deporte.
El surfista también debe estar muy atento al observar las corrientes. De este modo sabrá por donde debe entrar al pico y por donde debe salir si sufre algún percance y se ve arrastrado por estas.
